Calviño deja en manos de los 'súper' la bajada de los precios

Agencias
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El Gobierno reconoce ahora que reducir el IVA en los productos «no implica necesariamente» que bajen su coste e insta a la distribución a aplicar mayores descuentos a los más vulnerables

Calviño deja en manos de los ‘súper’ la bajada de los precios - Foto: Eduardo Parra Europa Press

Los efectos de la inflación mantienen al alza los precios de la alimentación, que hasta febrero se han disparado un 16,6% interanual, a pesar de las medidas aplicadas por el Gobierno de España desde el pasado mes de diciembre.

En este contexto, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, reconoció ayer que hay «resistencia» a que el precio de los alimentos baje, pero señaló que no es un tema «exclusivo» de España, puesto se trata de un problema «generalizado» en todas las economías, sobre todo en las europeas.

«Esa resistencia es nuestra principal preocupación en este momento porque afecta justamente al bienestar de las familias», subrayó la ministra que dejó en manos de las grandes cadenas de distribución a bajar los precios de los alimentos y aplicar más descuentos.

Preguntada por si el Gobierno tiene previsto adoptar nuevos ajustes en los precios de los alimentos, la titular de Economía descartó nuevas iniciativas e insistió en que las medidas que ya se han puesto en marcha «todavía tienen recorrido». «Hay ayudas al sector y también ese cheque de 200 euros para las familias de clase media, que ya está empezando a ser abonado por la Agencia Tributaria. Es decir, que esas medidas todavía tienen recorrido».

Asimismo, la economista recordó que algunas grandes cadenas de distribución han hecho anuncios «positivos» de bajadas de tarifas por lo que invitó al resto a tomar ejemplo en beneficio de los consumidores más vulnerables.

Por otra parte, la vicepresidenta señaló que espera que el abaratamiento de la energía y de los insumos del sector agroalimentario «se traslade cuanto antes al consumidor final» para abaratar la cesta de la compra y mejorar el consumo de las familias ante la alta inflación.

«Se trata de medidas que estarán activas hasta junio para reforzar las rentas de las familias y permitirles afrontar de la mejor forma posible este episodio inflacionista». 

Asimismo, el Gobierno declaró en una respuesta parlamentaria que la supresión del IVA en alimentos básicos y la rebaja del 10% al 5% de este mismo tributo en pastas y aceites aprobada a comienzos de año «no implica necesariamente una rebaja de precio».

El Ejecutivo explicó que los precios de los alimentos están afectados por la evolución de los costes y los márgenes, así como de la fiscalidad. De este modo, según Calviño, una rebaja de la fiscalidad indirecta, como es el caso del IVA, no implica necesariamente una disminución de precio, sino que implica un menor precio frente a la situación contractual sin rebaja impositiva. Es decir, que de no haber esa rebaja de IVA, los precios de los alimentos serían probablemente más caros que su precio actual.

Monitorización

Para analizar la evolución de este encarecimiento, el Gobierno ha creado un sistema de monitorización de precios en tiempo real que le permite observar la evolución de las referencias comercializadas por los principales operadores.

En este escenario, y tras haber registrado en marzo el IPC general una subida del 0,4% con respecto al mes anterior, Calviño consideró que la inflación ya «ha tocado techo», por lo que confía en que la merma de costes de producción que se observa desde el verano pasado empiece a trasladarse a lo largo de la cadena «paulatinamente».