Domingo en la Gran Dolina

DB / Burgos
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La presidenta de la Fundación Albéniz, Paloma O'Shea, visitó ayer los yacimientos de la Sierra de Atapuerca y el MEH, en compañía de una de sus hijas, su yerno y nietos

En Atapuerca, la familia Botín recibió las explicaciones de los codirectores Bermúdez de Castro y Carbonell. - Foto: Luis López Araico

 
E ntre los muchos visitantes que ayer se acercaron a conocer los yacimientos de la Sierra de Atapuerca, no pasó desapercibida la de Paloma O’Shea, presidenta de la Fundación Albéniz, así como de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, que estuvo acompañada en este periplo por su hija Paloma, su yerno y sus nietos. Tuvieron de anfitrión a Antonio Méndez Pozo, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Burgos, de la Fundación Atapuerca y de la Fundación Silos, entidad con la que O’Shea ha colaborado en distintas iniciativas culturales, la última este mismo año para llevar a cabo actividades musicales.
En el recorrido por los yacimientos, la familia de Emilio Botín contó con las explicaciones de dos de los codirectores de los yacimientos, Bermúdez de Castro y Eudald Carbonell que detallaron minuciosamente las características de Atapuerca, así como los últimos hallazgos de la campaña veraniega. El recorrido fue completo, sin perder detalle de la Sima de los Elefantes, La Galería, la Gran Dolina o la Cueva del Mirador. 
Lo cierto es que esta prestigiosa pianista, filántropa y mecenas eligió un buen día para acercarse hasta Burgos y visitar Atapuerca, en una jornada matinal en la que los yacimientos estuvieron muy concurridos, recibiendo a varios grupos de visitantes, lo que pone de manifiesto el ‘tirón’ de la Sierra burgalesa y más estos días que acaba de terminar la campaña de excavaciones y ha estado presente en todos los medios informativos.
La visita de Paloma O’Shea y su hija se completó por la tarde con la realizada al Museo de la Evolución Humana, recorrido al que se unió el tercer coodirector  de los yacimientos y director del propio centro museístico, Juan Luis Arsuaga. Y si interesante fue el recorrido por los yacimientos, no menos lo fue por las instalaciones del MEH. La presidenta de la Fundación Albéniz y su familia quedaron gratamente impresionados de las instalaciones del MEH y su contenido, tanto por su impacto visual como didáctico.