Ama España, siempre ha sentido fascinación por nuestro país. Desde los cinco años, dice. Pero nunca creyó que esa pasión, que incluso la ha llevado a decorar su casa con elementos españoles, pudiera tener algo que ver con sus orígenes más remotos. Sin embargo, hasta aquí, hasta la otra punta del mundo, ha venido desde Australia Jenniffer Dubios, que tras unos meses de investigación y unos cuantos kilómetros a sus espaldas, ha llegado a la conclusión de que forma parte de la trigésimo séptima generación del Conde Fernán González. Asegura que lo tiene documentado y que está totalmente segura de que en el Buen Conde se encuentra el origen de su familia.
Su inquietud por conocer quiénes eran sus antecesores comenzó hace dos años, cuando su abuela falleció. Por entonces, encontró en su casa una serie de documentos e información que la motivaron a seguir investigando en su árbol genealógico a lo largo de generaciones y generaciones.
Su estudio comenzó en marzo de este año, y su interés no se quedó sólo en los ascendentes que vivían en Australia porque llegó el momento de dar el salto al continente europeo, ya que sus datos la llevaban a seguir buscando sus raíces en el Reino Unido. «Allí pude comprobar que los apellidos Spenser y Fernán González están relacionados», explica Jennifer Dubios, que desde tierras inglesas, donde dio con la pista y se encontró con la sorpresa de que el conde castellano pertenece a su familia y que fue importante en la comarca de Lara y en Covarrubias, decidió trasladarse a la villa rachela.
En la cuna de Castilla, como también se conoce a la localidad burgalesa, ha estado durante unos días Jennifer Dubios, en los que ha podido disfrutar de la Fiesta de la Cereza y del Mercado Medieval y donde, sobretodo, se ha reencontrado con la historia de su familia. Aquí ha podido visitar la tumba del Conde Fernán González, cuyos restos se trasladaron desde el Monasterio de San Pedro de Arlanza a la Colegiata de San Cosme y San Damián en 1841, y también la de su esposa Doña Sancha.
Y no sólo eso, ya que el conde castellano está muy presente en cada rincón de la villa, de hecho, existe una calle que lleva su nombre. Jennifer Dubios también disfrutó de la visita al Torreón de Fernán González, conocido igualmente como Torreón de Doña Urraca, y que supone el único superviviente de la red de fortificaciones que el Buen Conde tuvo a lo largo del transcurso del río Arlanza.
Fernán González nació en el año 970, y las investigaciones afirman que podría haberlo hecho en el castillo de Lara, donde también creció. Es un personaje legendario al que se le atribuye la independencia del Condado de Castilla, ya que estableció el carácter hereditario de su gobierno y sentó las bases para que se constituyera más tarde en reino.