Las piscinas de Arlanzón tienen agua pero no para bañarse. «Las estamos llenando para ponerlas en marcha, comprobar que funciona todo, porque llevamos dos años sin abrirlas», explica el alcalde, Santiago Castro, que espera abrirlas el próximo año.

Antes debe resolver el tira y afloja que tiene con la constructora que realizó una obra que aún está en garantía y que según el Ayuntamiento presenta numerosos desperfectos. Por ejemplo, muchas baldosas del vaso de adultos y el infantil están levantadas y han detectado filtraciones.

Una vez solventado, la idea pasa por licitar su gestión con la del bar-restaurante, un precioso edificio recién restaurado con dos terrazas, una exterior y otra dentro del recinto, y un amplio comedor en el piso superior.