Se le cae el móvil al huir de un robo y le vuelven a detener

DB
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La Policía Local arresta dos veces en menos de una semana a un varón de 32 años que el jueves arremetió contra los agentes y ayer fue interceptado tras llevarse dos botellas de licor de un comercio en Juan Ramón Jiménez

Imagen de los daños causados en un vehículo en la calle San Roque. - Foto: @PoliciadeBurgos

Dos veces en la última semana ha sido detenido en Burgos un varón de 32 años. La última, ayer, cuando regresó a recuperar el móvil que se le había caído al huir de un establecimiento comercial de Gamonal del que salió a la carrera tras llevarse dos botellas de licor. El jueves ya pasó por los calabozos por intentar golpear a los agentes después de causar daños en un vehículo en la calle San Roque.

Según informan fuentes municipales, la tarde del 16 de febrero, sobre las 18.00 horas, se recibió un aviso en la Sala de Comunicación de la Policía Local informando de que un joven estaba causando daños en un vehículo estacionado en la calle San Roque. Dos agentes que se acercaron al lugar localizaron el vehículo dañado, pero no al presunto autor de los mismos. Observaron que el turismo presentaba el espejo retrovisor izquierdo fracturado y un fuerte golpe en la puerta del conductor.

Con la descripción facilitada en el aviso comenzaron una batida por la zona y no muy lejos del lugar localizaron a un joven que coincidía con la persona requerida por los agentes y que, al percibir la presencia policial, se enfrentó de manera agresiva y desafiante a los uniformados. Tras varias acometidas y puñetazos, que no alcanzaron a ninguno de los agentes, éstos procedieron a su detención, ayudados por otra dotación debido a la gran resistencia que oponía. Tras ser informado de sus derechos e ingresar en calabozos quedó a disposición judicial como presunto autor de un delito de atentado contra agente de la autoridad.

Sin embargo, cinco días después de ser arrestado -ayer martes, día 21- fue sorprendido por los empleados de un establecimiento comercial de la calle Juan Ramón Jiménez donde, tras hurtar dos botellas de licor y salir corriendo para entregárselas a un individuo colaborador en el hurto, tuvo que regresar tras sus pasos al haber perdido, en la huida, su teléfono móvil. Fue en ese momento cuando el vigilante de seguridad del establecimiento -ayudado por otros empleados- logró retenerlo y ponerle a disposición de los agentes de la Policía Local a los que había dado aviso.