Comienza la temporada estival y apetece disfrutar de las terrazas de hostelería con la subida de las temperaturas pero también arranca la labor inspectora de la Policía Local para comprobar que todas cumplen con la normativa que las regula. Sin embargo, la convivencia de dos normas diferentes hasta noviembre, -que es el periodo de adaptación que tienen los hosteleros para cumplir con la nueva ordenanza que entró en vigor en mayo y que introduce numerosos cambios-, limita el trabajo de los agentes a la comprobación única y exclusivamente de que estén al corriente del abono de la tasa de ocupación de la vía pública.
La inspección arrancó hace una semana y ya se han obtenido los primeros resultados. De los 738 recibos girados al cobro de la tasa para este año, se han detectado 120 no abonados y ello se considera una infracción muy grave que lleva aparejada una sanción. Los agentes, distribuidos en seis grupos de trabajo, se han dividido la ciudad en cuatro zonas: centro, Gamonal, G-3 y zona sur para ir peinando todos los negocios y comprobar que están al corriente del pago. «Hemos empezado la labor inspectora y ha funcionado el boca a boca, dado que algunos hosteleros han acudido rápidamente a pagar. El hecho de no haber liquidado la tasa es como carecer de la autorización para instalar la terraza», aseguran desde la Unidad de Policía Local Administrativa.
(Más información, en la edición impresa de este jueves de Diario de Burgos)