Atascos en aseos y lavabos, cisternas rotas, llaves de corte que no funcionan, grifos que no paran de gotear... La lista de desperfectos en los colegios públicos de Aranda de Duero va creciendo por escasez de mantenimiento, especialmente en lo relativo a fontanería. La situación preocupa. En determinados casos, profesores y alumnos suman meses sin poder utilizar algunos baños, que permanecen precintados y con carteles de «averiado» a la espera de una reparación.     

En el Ayuntamiento arandino son conscientes del deterioro. De hecho, los directores de los centros públicos suelen trasladarles sus carencias de manera periódica. Pero «no hay un servicio como nos gustaría por la escasez de personal», admite la concejala de Educación, Cristina Valderas. Ante este panorama, que se remonta al menos a hace un par de años, en el Consistorio aseguran que ya están trabajando en la elaboración de un pliego que les permita adjudicar este servicio y que sea una empresa la que se ocupe del mantenimiento general. «La responsabilidad es nuestra y tenemos que solventarlo», subraya Valderas, mientras detalla que la Brigada de Obras y Electricidad «funciona bastante bien y cubre las necesidades de forma más o menos inmediata». No sucede lo mismo con la fontanería. «Ahí surge la dificultad», dice la concejala, quien espera que el pliego se tramite con urgencia y pueda estar listo en este comienzo de año. 

La situación así lo exige. A los baños averiados del Fernán González o las goteras del Simón de Colonia se suma un desprendimiento y humedades por el deterioro de los canalones en el Santa Catalina. «No podemos tener así a los niños. Algunos tienen dos baños por planta y uno está en desuso porque el grifo pierde agua y han tenido que cerrar la llave o el water está atascado», remarca el portavoz de Vox, Sergio Chagartegui, quien hizo público el descontento que cunde por la falta de mantenimiento en el último pleno municipal. Apuesta por realizar una valoración de todas las actuaciones necesarias y sacar un contrato para todos los colegios públicos, de manera «que se gaste acorde a las veces que se vaya a cada uno». A su juicio, tras las reparaciones que se han acometido en el Simón de Colonia o el Santa María, «no podemos tener edificios bonitos por fuera y desastrosos por dentro. Se trata de ponerse manos a la obra cuanto antes. No creo que ningún partido se niegue a hacer una modificación presupuestaria para un tema así», sostiene. 

El ascensor sigue roto. Por otra parte y para disgusto de un buen número de arandinos, el ascensor del edificio de Las Francesas sigue roto. Denuncian que tras el parón por Navidad, «sigue exactamente igual, sin funcionar y con el mismo cartel que colocaron en noviembre», como relata un alumno de la escuela de idiomas que se ve obligado a hacer un esfuerzo importante y subir cuatro pisos tras haberse operado de la rodilla. 

La responsable de Educación asegura que «no es falta de dejadez» y que todos los días habla con el servicio de Obras para ver cómo se encuentra este asunto. «Ya les había llegado la pieza y están haciendo pruebas. Notaban un cierto calentamiento», expone, para subrayar que si no se resuelve habrá que sacar un contrato de emergencia porque «esto no puede ser».