Sube el precio de la vivienda de segunda mano en Miranda

Ó.C. / Miranda
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El metro cuadrado alcanza los 1.262 euros tras una dinámica que comenzó en enero de este año. Las inmobiliarias destacan «la incertidumbre» en el mercado y el condicionante de los altos tipos de interés

Las inmobiliarias han notado un parón en este final de año, por la influencia de las hipotecas. - Foto: Jesús J. Matías

El precio de la vivienda de segunda mano en Miranda aumenta. Según el portal especializado de idealista, el metro cuadrado en la ciudad se sitúa en los 1.262 euros. En este 2023, esa cantidad ha subido de manera constante desde enero y el incremento total alcanza el 10% hasta octubre. Pese a la tendencia, el dato queda lejos del récord histórico, fijado en septiembre de 2010, cuando el valor de referencia estaba en los 1.596 euros. En las inmobiliarias confirman esta fotografía, en un momento en el que destacan «la incertidumbre», porque se cruzan varios factores, como el condicionante de los altos tipos de interés que ha frenado la concesión de hipotecas. Aun así, el principal argumento para entender cómo está el mercado de pisos usados está en la falta de nuevas promociones, lo que empuja a muchos compradores a meterse en una ya utilizada.

En las inmobiliarias de la ciudad explican que la inflación complica que aparezca ese empujón en la construcción. «No hay una gran oferta de pisos a estrenar», explican en KAR, donde apuntan al incremento del coste de los materiales como un lastre determinante. Eso genera que los precios asciendan para los interesados y los constructores arrancan sus proyectos «cuando tienen un porcentaje ya vendido y tienen una parte financiada», algo complicado por «el nivel de sueldos que hay en Miranda», matizan en la agencia. Además, también mencionan las prioridades empresariales, porque detallan que «la obra cuesta igual aquí que en Burgos o en Vitoria», pero por ejemplo en la capital alavesa «el precio del metro cuadrado son mil euros más y se vende», resumen en KAR. 

En Foro inciden en que el alza de los precios también hace que los promotores «tampoco puedan asegurar un precio final al comprador», porque «pueden venderte un piso y dentro de un año y medio o dos años no les van a respetar a ellos los presupuestos de los materiales», matizan en esta otra inmobiliaria, en la que admiten que esas dudas sobre el coste a pagar frena a muchas familias. En cualquier caso, en Foro remarcan que «hay más demanda que oferta para la vivienda nueva y eso hace lo seminuevo o en los que hay que hacer algún arreglo haya pegado un tirón».

Además, en Foro añaden que también notan las personas que aterrizan en la ciudad «sobre todo para trabajar, aunque también han llegado algunos estudiantes para alquiler», argumentos que complican todavía más el escenario, porque hace que suba la demanda sin que ocurra lo mismo en la oferta.

A todo estos condicionantes, hay que sumar otro aspecto, que en teoría tendría que hacer que la factura de la vivienda cayera, aunque por ahora no ha sucedido. En las inmobiliarias reconocen que hay problemas para firmar las hipotecas. En Foro avanzan que este factor ha echado para atrás a muchos compradores y en KAR añaden que «estos meses en las familias se ha notado un pequeño parón por la subida de los tipos de interés». En este sentido, confiesan que ahora solo les queda esperar, para «ver qué ocurre en el próximo 2024», como un factor determinante para saber si el mercado se contrae definitivamente por la falta de crédito para los compradores y también para los promotores de obra nueva, «porque eso sí que repercutiría directamente en las viviendas de segunda mano», advierten en KAR, donde remarcan que «de todas formas hemos vivido épocas mucho más complicadas que las actuales».

Inversores. La vivienda de segunda mano sube pese a los problemas con las hipotecas. En KAR matizan que la subida en los tipos de interés sí que han causado efectos negativos en la demanda. En concreto, apuntan a una bajada de actividad que hace que se inyecten menos pisos, porque hasta ahora trabajaban con «clientes que han tirado mucho del mercado, como los pequeños inversores que venían del País Vasco, que compraban muy barato con la intención de alquilar». En Foro confirman la llegada de este perfil, no solo de la comunidad vecina, y que se fijaba «en viviendas que se movían entre los 25.000 y los 50.000 euros», que posteriormente reformaban para arrendar o vender y así sacar la mayor rentabilidad posible.