Cardeñadijo mira a la provincia

I.P. / Cardeñadijo
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La remozada plaza de las Escuelas se completa con una Rosa de los Vientos en la que se resaltan en bronce los nombres de los 32 pueblos burgaleses más emblemáticos

La alcaldesa, Daniela Grijalvo, dice que con esta obra se hace un homenaje a la provincia. A la derecha, Javier Sanz señala uno de los pueblos, Caleruega. - Foto: Patricia

La invención de la Rosa de los Vientos se atribuye al mallorquín Ramón Llull, aunque la descripción pormenorizada que da el escritor y militar romano Plinio el Viejo en el segundo libro de su Historia Natural podría haber sido su referencia básica. Sea uno u otro su creador, este símbolo universal en forma de círculo se caracteriza por marcar alrededor los rumbos en los que se divide la circunferencia del horizonte, es decir los 4 puntos cardinales: norte, sur, este y oeste. Además de ser un elemento emblemático de muchas ciudades del mundo, adorna pulseras, colgantes, pisapapeles y otros muchos artículos y obras de arte. 

Cardeñadijo presume ya de su particular y original Rosa de los Vientos, a la que acaba de dar los últimos retoques el artista Javier Sanz. Esta escultura, a ras de suelo, tiene un diámetro de 5 metros y está ubicada en la remozada plaza de las Escuelas, un espacio que hace un par de años se ganó para los vecinos al adquirir el Consistorio a Caja Rural un solar -antiguas huertas-, en el que una empresa planteaba levantar una edificación de tres metros de alto y sótano, un proyecto que rompía la estética urbanística de la zona con casas de piedra, al igual que el inmueble de las antiguas escuelas y la ermita, ubicadas en ese mismo entorno. 

Afortunadamente para la localidad, la empresa quebró en los años de la crisis de la construcción y el solar pasó a la entidad financiera. El equipo de Gobierno estuvo atento a esos movimientos y se hizo con el terreno para crear una plaza que se ha convertido en el lugar de encuentro vecinal y de juego de los niños. Su coqueto diseño, con un muro restaurado, una pérgola, una zona arbolada con una fuente e, incluso, el nombre del pueblo en letras de un metro de alto aproximadamente -ideales para hacerse fotos de recuerdo- embellecen ese espacio, y más ahora con la escultura de Sanz. 

La Rosa de los Vientos de Cardeñadijo presenta una singularidad, pues se ha concebido como un homenaje a la provincia de Burgos, una idea que surgió cuando se estaba pensando en el diseño. La alcaldesa considera que fue todo un acierto, opinión que comparten los vecinos y cuantos la contemplan, porque son 32 los pueblos que han quedado grabados con letras de bronce en la misma.

Imposible que los más de mil núcleos de población con que cuenta la extensa provincia pudieran escribirse, pero sí están las cabeceras de comarca y las localidades más emblemáticas.

Así, encabezando el norte está Espinosa de los Monteros; la fecha del este es para Belorado; el sur para Aranda de Duero y el oeste para Melgar de Fernamental. Desde esos puntos, siguiendo el movimiento de las agujas del reloj han quedado grabados, después de Espinosa los nombres de Medina de Pomar, Poza, Oña, Frías, Briviesca, Miranda, Treviño, Pineda de la Sierra, Quintanar, Salas de los Infantes, Santo Domingo de Silos, Covarrubias, Caleruega y Peñaranda, y desde Aranda siguen hacia el oeste, Milagros, Lerma, Roa, Sotillo de la Ribera, Santa María del Campo, Villaquirán de los Infantes (el pueblo natal de la alcaldesa), Castrojeriz, Sasamón, Villadiego, Burgos, Orbaneja del Castillo, Sedano, Soncillo y Villarcayo. Una pretina de acero 'separa' en grupo los pueblos ubicándolos entre las cabeceras de comarca en las que se asientan.

Además de las piezas con los 32 nombres, la rosa tiene en el centro el escudo de la localidad, también de bronce y en relieve. El resto del conjunto es de mármol y granito de diferentes colores para que resalte más. Javier Sanz tenía claro que los nombres de los pueblos debían ser en bronce -de unos 5 milímetros de relieve-, para aguantar las inclemencias del tiempo. 

El polifacético escultor, que tiene el taller en Olmos de Atapuerca, es el autor igualmente del gran escudo de Cardeñadijo que también está instalado en otro de los accesos de la nueva plaza de las Escuelas, y que luce los colores y los elementos que le identifican con la localidad.

Un espacio 'vivo'. Daniela Grijalvo explica que la plaza, toda ella de adoquines, es muy usada por los vecinos y en la misma destaca, igualmente, la iluminación de las letras con el nombre del pueblo. 

Además, la regidora hace referencia a la ermita, una donación que hizo en su día una vecina del pueblo, y está inventariada como bien municipal. En ella se celebra la misa de los domingos, mientras que en la iglesia de San Martín se llevan a cabo las celebraciones eucarísticas de fiestas y los funerales. 

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