Juventud retoma la reforma del molino de Capiscol

C.M. / Burgos
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El equipo de Gobierno incluirá una partida en el Presupuesto para 2024 para redactar el proyecto y posteriormente se avanzará en el contenido

El paso del tiempo y los vándalos ha hecho mella en las instalaciones. - Foto: Jesús J. Matías

El antiguo molino harinero ubicado en el barrio de Capiscol, entre el Cauce Molinar y el Camino de Santiago, de propiedad municipal, se encuentra en un avanzado estado de abandono y rodeado de maleza. Desde el Consejo de Barrio de Capiscol llevan más de una década reivindicando su rehabilitación y puesta en valor pero no se ha hecho nada.

La tala de árboles que se realizó hace dos años en esta zona de Fuentes Blancas Norte para sanear el entorno lo ha hecho que más visible. Desde el Ayuntamiento apuestan por su conversión en un aula medioambiental que sirva para interpretar la fauna y la flora del entorno y el río Arlanzón y para ello se destinará una partida en el Presupuesto de 2024. 

El equipo de Gobierno anterior (PSOE y Ciudadanos) también apostó por esta idea y en la última modificación presupuestaria se incluyeron 120.000 euros pero no se han ejecutado, de modo que se perderán. Con la llegada del nuevo equipo de Gobierno (PPy Vox) la recuperación de este molino se trasladó al área de Medio Ambiente, donde no se veía encaje, pero finalmente ha vuelto a Juventud, de modo que se espera que el próximo año se pueda recuperar, según confirmó el concejal de Juventud, Fernando Martínez-Acitores. 

Para ello, se rescatará un proyecto que se elaboró en 2011 por encargo de la Concejalía de Juventud para su rehabilitación cuando se quería destinar a centro de reunión para los jóvenes y se actualizará para destinarlo a los nuevos usos medioambientales que se consideran más acordes al estar en las proximidades de Fuentes Blancas.

La idea es rehabilitar y recuperar el edificio sin alterar su volumen, manteniendo las fachadas compuestas por sillares de piedra caliza en la cara exterior y de mampostería en la cara interior mediante una limpieza y la reconstrucción del mortero. Las carpinterías exteriores han desaparecido por completo, de modo que se colocarían otras nuevas. El edificio está compuesto por dos volúmenes, uno de una altura, que se corresponde con el molino y otro de dos, que era la vivienda del molinero. Ambos están llenos de grafitis.

La cubierta desapareció como consecuencia de un incendio y solo tiene una viga inferior sobre la que descansan otras dos vigas. Su estado es ruinoso y presenta numerosos hundimientos, de modo que sería necesario la sustitución en su totalidad con nuevos elementos estructurales, así como también la necesidad de impermeabilizarla y cubrirla con teja. 

demanda del barrio. En el proyecto de 2011 se cifraba la intervención en 276.000 euros pero sin duda con el alza del precio de los materiales la cifra se quedará pequeña. Hace años aprovechando las escuelas taller se realizaron algunas intervenciones de consolidación del edificio pero el inmueble está ruinoso y no conserva ninguna maquinaria de su origen, dado que desde el Consejo de Barrio de Caspicol instaron a ello pero con posterioridad el inmueble ha quedado sumido en el abandono más absoluto, de modo que ahora su recuperación será más cara. 

El entorno del molino está rodeado de maleza y la basura le rodea y cada vez su estado es más precario. Si la situación persiste sin que se lleve a cabo intervención alguna finalmente no habrá nada que se pueda recuperar.

En el barrio de Capiscol llegaron a contar con hasta tres molinos, dado que la proximidad del río Arlanzón facilitaba su funcionamiento. El único vestigio que queda es el que ahora se pretende recuperar para que se convierta en un centro de medio ambiente para jóvenes.