El Alfoz rechaza integrarse en un Área Metropolitana de Burgos

F. TRESPADERNE
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La mayor parte de los alcaldes abogan por mantener la «autonomía municipal» y potenciar las mancomunidades, mientras que descarta sumarse a iniciativas como la que planteó recientemente el PCAS-TC

La mayor parte de los municipios próximos a la capital ya tienen agua de Burgos y llevan las aguas residuales a su depuradora, mientras que para prestar el resto de servicios están mancomunados. - Foto: Alberto Rodrigo

Todos los intentos que se han planteado en los últimos años para ordenar el territorio y la prestación conjunta de servicios, como las que en su día la Junta denominó unidades básicas de ordenación del territorio y las áreas funcionales estables, han fracasado de forma estrepitosa, incluso tras intensas negociaciones entre la Administración regional y los municipios.

El mismo camino, el del fracaso, seguirá previsiblemente la última propuesta presentada por el Partido Castellano-Tierra Comunera (PCAS-TC), y dirigida al alcalde del Ayuntamiento de Burgos, Daniel de la Rosa, para articular la que ha llamado Área Metropolitana de Burgos, en la que plantean integrar una veintena de municipios del Alfoz y que quieren que sea un instrumento para mejorar la gestión de los servicios públicos.

Sin entrar en los detalles de la propuesta de formación castellanista, la mayor parte de los alcaldes de esos municipios del Alfoz que podrían integrarse en ese nuevo instrumento de ordenación se muestran contrarios a esa iniciativa, rechazan la propuesta y abogan por mantener «la autonomía» municipal, ya que consideran que 'asociarse' con la capital de la provincia podría mermar su capacidad de decisión sobre cuestiones relativas a la prestación de servicios y al funcionamiento del ayuntamiento.

En su propuesta, el PCAS-TC, tras criticar las que califica de «nefastas» actuaciones de la Junta en el marco de estructurar las unidades básicas de ordenación del territorio y reiterar el «inequívoco» compromiso de los castellanistas con la comarcalización, reclamar la creación de un área metropolitana que «coordine las actuaciones del Ayuntamiento de Burgos y de los municipios del Alfoz», que totalizan una población superior a los 200.000 habitantes.

Todavía recuerdan el fracaso de las unidades básicas de ordenación que planteó la Junta

El objetivo de la misma, matizan desde esta formación, no es otro que el de «mejorar la calidad de la prestación de los servicios públicos, facilitar la creación de actividades productivas sostenibles, retener población y activar la totalidad de los recursos demográficos, sociales y económicos endógenos suficientes para vitalizar el potencial económico, político, social y cívico de este ámbito territorial».

Para los castellanistas es necesaria un política «orientada a coordinar las políticas locales de estos municipios, que experimentan un crecimiento descoordinado, así como mejorar la calidad de los servicios públicos que prestan al conjunto de sus ciudadanos» y abogan porque los entornos de las grandes ciudades, como Burgos y otras de la Comunidad, la apuesta por del PCAS-TC por la comarcalización se adapte a la realidad urbana y periurbana de los grandes núcleos.

Ante lo que tildan de «fracaso» de las políticas de la Junta y la Diputación en la ordenación del territorio del entorno de Burgos en los últimos treinta años, la formación castellanista asegura que la realidad de la ciudad y su Alfoz «evidencia la necesidad de articular un nuevo modelo de desarrollo, más racional, sostenible y coordinado, superando las previsiones de un desmesurado, incontrolado e irracional crecimiento urbanístico, que la crisis económica actual ha paralizado y que preveían entre 80.000 y 100.000 nuevas viviendas para un periodo de 15 años», aseguran.

Descoordinación. Esos crecimientos urbanos de las localidades del Alfoz, que no han alcanzado las previsiones más optimistas, para los castellanistas «están descoordinados, no tienen en cuenta la dotación de servicios básicos, como el abastecimiento de agua y la depuración, o la capacidad de la red viaria tradicional para soportar tráficos de vehículos que se multiplican por veinte.

Otras razones esgrimidas para pedir esa ordenación es la situación del medio natural del Alfoz, «que está soportando una presión insoportable, así como el patrimonio cultural, los yacimientos arqueológico o la arquitectura rural tradicional», aseguran, a la vez que afirman que «los ríos y arroyos se han convertido en cloacas a cielo abierto, y los espacios libres en vertederos incontrolados de escombros, y los caminos en barrizales».

Desde el PCAS-TC reclaman urgentemente la creación del Área Metropolitana del Alfoz de Burgos, incluyendo en un consejo a los ayuntamientos implicados, y a la Junta y la Diputación, que se extienda en un radio de 20-25 kilómetros de la ciudad de Burgos, con una superficie de 2.000-2.500 kilómetros cuadrados, y que integre voluntariamente a entre 40 y 50 municipios colindantes.

Entre las competencias que sería razonable que fuesen gestionadas desde el consejo del Área Metropolitana del Alfoz de Burgos, «estarían el abastecimiento y distribución del agua potable, la red de saneamiento y depuración de aguas residuales, la recogida y gestión de los residuos urbanos, el diseño y planificación de infraestructuras, y la red de transportes públicos, «ya que un adecuado servicio de autobuses descargaría el tránsito de vehículos particulares, minimizando los problemas de congestión del tráfico, accidentes y contaminación», puntualizan, a la vez que añaden la posibilidad de compartir competencias en materia cultural, deportiva, educativa o social, e incluso asistencial.

Escollos insalvables. Además de esas competencias, desde la formación castellanista consideran que la capacidad de gestión de la nueva organización debe incluir también la planificación urbanística coordinada, a la hora de crear suelo urbano residencial o polígonos industriales.

Es precisamente la cesión, en parte o totalmente, de esas competencias municipales las que propician un rechazo mayoritario de los alcaldes del Alfoz a la creación del Área Metropolitana de Burgos. «Queremos tener nuestra autonomía y defender nuestros intereses», declara Gerardo Bilbao, alcalde del Alfoz de Quintanadueñas, quien con rotundidad asegura que «nadie nos va a marcar el urbanismo del municipio y otras cuestiones que afectan a los vecinos».

A pesar de esas reticencias, Bilbao reconoce que al tratarse de localidades vecinas es necesario «llegar a acuerdos» y recuerda que su municipio, como otros muchos del Alfoz, consume agua de Burgos capital y lleva sus aguas residuales a la depuradora de la capital.

En el mismo sentido se expresa el regidor de Arcos de la Llana, Francisco Javier Castillo, quien tras indicar que no tiene un postura firme sobre este asunto, manifiesta que «a priori no nos interesa» participar en un Área Metropolitana de Burgos ciudad, «porque muchos servicios los tenemos mancomunados», matiza, a la vez que asegura que es partidario de llegar a acuerdos puntuales con Burgos, como con el transporte metropolitano, «porque somos vecinos».

«El espíritu castellano es muy independiente y se puede trasladar va los municipios, que buscamos tener nuestros propios servicios y cuando no podemos recurrimos a los de la capital», declara el alcalde de Las Quintanillas, Eduardo Munguía, quien insiste en que su municipio tiene «muy buenos» servicios y una buena comunicación con la capital de la provincia.

«Los vecinos quieren mantener su autonomía y la fisonomía del pueblo, en estos momentos no veo la posibilidad de crear un área metropolitana con Las Quintanillas integrada en ella», afirma Munguía, a la vez que recuerda que «cuando se ha planteado desde la Junta no ha salido adelante y ahora tampoco lo hará porque se trata de una propuesta electoralista».

Purificación Ortega, alcaldesa de Villagonzalo Pedernales, considera que lo que pide los castellanistas «a lo mejor es lo que ya tenemos» y señala que buena parte de los servicios ya los tienen mancomunados con otros municipios, a la vez que recuerda que llevan dos años tramitando la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), «lo que sería imposible hacer dentro de un área metropolitana», matiza.

Para el alcalde de la Merindad de Río Ubierna, José María del Olmo, una cuestión como la creación de un área metropolitana en la que se pretende aglutinar a cuarenta municipios «hay que plantearla con cierta seriedad y no a las puertas de unas elecciones municipales». DelOlmo afirma que su municipio «poco tiene que ver con la capital, no tenemos ni autobús metropolitano», matiza, a la vez que manifiesta que «nadie como nosotros para ver como funciona el Ayuntamiento y dar soluciones a los problemas del municipio».

Una de las localidades unida físicamente a la capital es Villalbilla de Burgos, cuyo alcalde, Teódulo Revilla, declara que «soñar es bueno, pero veo muy difícil poner en marcha un proyecto como el que plantean», aunque reconoce que «veo bien lo del transporte, que ya llega a la urbanización» y recuerda que ya beben agua de Burgos y llevan las aguas residuales a la depuradora de la capital.