Muchos de ellos eran pueblos y luego su término municipal pasó a formar parte de la capital, lo que permitió que esta se expandiera. Sin embargo, no han conseguido contar con las mismas mejoras y dotaciones que el resto. Los siete barrios periféricos claman por una mayor atención, dado que la llegada de los distritos no ha conseguido acabar con esa desigualdad. En Cortes, Villagonzalo Arenas, Villafría, La Ventilla, Villatoro, Villalonquéjar y Cótar residen unas 4.000 personas, el menor número si se compara con el resto de los distritos pero también pagan por sus impuestos y el hecho de que estén más alejados del núcleo urbano no debiera ser una discriminación.

Los vecinos de Villatoro o Cortes no cuentan con una acera o una senda peatonal para ir andado a la ciudad o un carril bici mientras otros claman por una rotonda que mejore la accesibilidad como La Ventilla o Villafría pero es que hay otros que ni tan siquiera tienen aceras, como es el caso de Cótar, y en la mayoría de ellos todavía hay calles sin asfaltar.

El reglamento de los distritos estableció que podían decidir sobre el destino del 1% del Presupuesto municipal, 230 millones, de los que al periférico le corresponde un porcentaje del 14%. El año pasado Villagonzalo Arenas logró rehabilitar su centro municipal pero otras actuaciones en el distrito quedaron en el cajón. Repasamos algunas de esas necesidades.

(Más información por barrios, en la edición impresa de este sábado de Diario de Burgos)