El rescate de unas telas con historia

ARSENIO BESGA
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La Comparsa de Cabezudos encuentra trajes muy antiguos que estaban desaparecidos

Algunos petos recuperados tienen formas «africanas» hechas a mano. - Foto: A.B.

De la forma más inesperada, surgen los mejores acontecimientos. Por ejemplo, cuando nadie recordaba las decenas de trajes que lucían los cabezudos de Miranda, la Comparsa ha hecho un hallazgo insólito. Casi por casualidad, esta agrupación ha encontrado 44 vestimentas muy antiguas. «Me reuní con el Ayuntamiento y me comentaron que tenían unos trajes en un almacén», recuerda DiegoGarcía, el director. Según dice, al observar el material se llevaron «una grata sorpresa, porque había bastantes».

El lote de telas era sumamente diverso. «Algunos que eran muy antiguos y otros casi sin estrenar», resume García. Eso sí, aclara que todos se hallan «en muy buen estado». De hecho, comenta que «están perfectos, algunos más viejos del uso, pero muy bien en general». Poner fecha al origen de estos artículos resulta arduo. O, más bien, «imposible». El director de la Comparsa afirma que «tienen muchos años, sabemos que algunos son de los años 70 porque hemos visto fotos». No obstante, aclara que no se tienen datos sobre varios de ellos.

La diversidad de este conjunto de vestimentas no solo viene dada por las edades de las mismas. Hay algunas prendas llamativas, como «los trajes originales de los cabezudos». Unido a ello, García subraya que «también son curiosos otros que han aparecido y están pintados a mano». Sobre este último grupo, describe que «tienen formas africanas, son muy chulos».

La Comparsa cuenta ahora en su repertorio con una interesante mixtura de colores. La relevancia del hallazgo radica en que se ha recuperado un pequeño fragmento de la historia de la ciudad, pero también en que el colectivo disfruta de mayor «tranquilidad». Desde su creación en 2021, apenas tenían «cinco o seis» vestidos para sus cabezudos. Con ello, no disponían de independencia y debían pedir ayuda al Ayuntamiento o cubrirlos con prendas de sus propios hogares. En cambio, ya no tienen que «andar buscando» y pueden disfrutar de su afición con soltura.

Así, a esta agrupación solo le queda un reto en mente: encontrar también una serie de cabezudos perdidos. En total, la Comparsa echa de menos casi tres decenas de estas figuras. Según García, tienen constancia de su existencia gracias a una publicación del Archivo Municipal. No obstante, parecen haberse desvanecido. Ahora bien, el grupo no «pierde la esperanza» y su director opina que «igual, como los trajes, algún día aparecen».