Fernando González Urbaneja

Cartas desde 44 leguas

Fernando González Urbaneja


Hazme casto... pero más tarde

14/03/2023

Se cumplen diez años desde que Bergoglio, cardenal de Buenos Aires, mutó en Francisco, obispo de Roma y Papa de la grey católica. Un pontificado necesaria y cautelosamente reformista; para eso fue elegido un Papa que venía del fin del mundo, que no aparecía en las quinielas de los periodistas, pero sí en las de los electores. Francisco está cumpliendo: trata de disciplinar y reformar la Curia; aborda los problemas más urgentes que van de la corrupción a la pederastia; todo ello con resultados discutidos. Hace lo que puede, con mezcla de determinación y prudencia. Predica una iglesia más cercana a los creyentes y a los ciudadanos; más pastor que jerarca. No le falta oposición, pública y notoria, eclesial y política. Lo ha soportado todo con templanza y caridad. 

Dos cuestiones quedan en la lista de tareas pendientes: las mujeres en la iglesia y otra visión de la sexualidad. Dos temas cruciales en el siglo XX y en el XXI que a la Iglesia, a todas las religiones, se les atraganta, les desborda ya que va más allá de sus convicciones y vivencias previas. Saben que hay que cambiar, pero no saben ni cómo ni cuándo. 

Francisco ha asumido esta semana, en alguna de esas declaraciones que no evita, que la cuestión del celibato, que tiene que ver con las dos cuestiones antes citadas, le toca al siguiente Papa. Recuerda así a San Agustín que en Confesiones pedía a Dios que le hiciera casto… pero más tarde.

Los Papas, sea Benedicto o Francisco o Pablo o Juan o Juan Pablo (todos distintos, pero todos con la misma misión) son seres humanos con capacidades limitadas, que tratan de hacer lo que pueden, lo que creen mejor y posible. La historia les juzgará por el balance de sus propósitos y sus realizaciones, por su capacidad trasformadora y su liderazgo de la propia Iglesia y del mundo. 

La iglesia alemana ha pedido a Francisco que reconsidere la obligación del celibato, y el Papa dice que más tarde, que hoy está más allá de lo que puede abordar. Implícitamente reconoce que debe asumirlo… pero más tarde.