Acuerdo para iniciar la venta del Burgos CF

J.C.M. / Burgos
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Sería inicialmente el 47%, para luego ejecutar un traspaso total. Yucon alcanza un pacto, pendiente de firma, con los empresarios argentinos Marcelo Figoli y Alejandro Grandinetti, que pasarían a ser accionistas mayoritarios al final de la temporada

El Plantío, en tarde de partido. - Foto: Jesús J. Matías

La entrada de nuevos inversores en el Burgos CF con la finalidad de adquirir el control total del Club al final de la temporada es inminente. Las negociaciones, que durante los últimos meses han tenido distintos protagonistas y se han dilatado más de lo previsto inicialmente, han cuajado para que la empresa de dos inversores argentinos, Marcelo Figoli y Alejandro Grandinetti, adquiera de manera inmediata el 47% de las acciones de Yucon Bussiness, la sociedad de Miguel Ángel Benavente, Nacho San Millán, Rodrigo Santidrián y Julián Alonso que es propietaria del club capitalino.

Las negociaciones, de las que este periódico ha venido teniendo conocimiento desde que se iniciaron meses atrás, han llegado a su fin después de que los nuevos inversores auditaran con detalle la situación jurídica, financiera y deportiva del Burgos, en el que aterrizarán, según varias fuentes conocedoras del caso, con la firme intención de reforzar el proyecto para luchar por el objetivo irrenunciable: devolver al equipo a Primera División. El acuerdo incluye las cláusulas de garantías recíprocas para que la operación culmine de forma satisfactoria para ambas partes. Es decir, existe un compromiso garantizado para que Figoli y Grandinetti sean accionistas mayoritarios cuando acabe la campaña.

Yucon persigue dejar el Club en manos fiables, más tras la experiencia pasada con la familia Caselli, con la que hay todavía abierto un contencioso por la propiedad de una parte minoritaria de las acciones -contra la famosa 'operación acordeón'- que está por resolver en sede judicial y que es conocida por los nuevos copropietarios de la entidad. Sin embargo, la confianza en los inversores es total y la venta del resto de los títulos se produciría en torno al próximo mes de junio, de forma que puedan dar forma al siguiente proyecto deportivo.

Marcelo Figoli es el dueño de Fenix Entertainment Group, un conglomerado con fuertes intereses en los medios de comunicación. Es también promotor de espectáculos de rango internacional y tiene ramificaciones empresariales en España. Es, por ejemplo, el hombre que está detrás del concierto de Luis Miguel programado en el Santiago Bernabéu. Durante su larga trayectoria empresarial, ha sabido caminar entre las aguas siempre revueltas de la política argentina y seguir consolidando su imperio mediático, sobre todo en el ámbito de la radio. Alejandro Grandinetti es periodista, pero tiene una larga trayectoria como político. Es un rostro conocido en los medios argentinos y también ha sido diputado nacional.

La vinculación de ambos nuevos accionistas con el fútbol les llega a través de su conexión con el Atlético Celaya, el club mexicano en el que militaron en su momento exestrellas del Real Madrid como Emilio Butrageño y Miguel González 'Míchel'. Su llegada en el equipo, que actualmente milita en el equivalente a la segunda división mexicana, se materializa a través de algunos exjugadores vinculados al staff técnico del Celaya.

Tarde pero a tiempo. Lo cierto es que la intención de los propietarios de Yucon nunca fue la de regresar al mando del Burgos CF. Los impagos del periodo Caselli detonaron el regreso y desde ese mismo momento se han mantenido abiertas las negociaciones con potenciales compradores. Oficiosamente, el precio de venta del Club ha rondado durante los últimos meses los 15 millones de euros, pero todo ha ido dependiendo de quién entrará en el accionariado y en qué condiciones.

Así, y bajo el asesoramiento de una consultoría radicada en Madrid, Yucon ha entablado conversaciones con potenciales compradores de origen o capital sudamericano, norteamericano, inglés, japonés… Y sí, también burgalés, especialmente en las últimas semanas. La intención de los propietarios era haber alcanzado un acuerdo antes del comienzo de la actual temporada, en la que el equipo se muestra intratable en casa pero incapaz a domicilio. Cuando esa posibilidad se frustró, la alternativa fue buscar un proyecto de garantías que se ha ido reduciendo en el último mes a lo que está listo para la firma, que es inminente.