El ciclista español Pello Bilbao (Bahrain Victorius) se ha impuesto este martes en la décima etapa del Tour de Francia, disputada entre Vulcania e Issoire sobre 168 kilómetros, tras colarse en la fuga del día y ser el más rápido en el esprint final, rompiendo la 'maldición' del ciclismo nacional, que no ganaba en la ronda gala desde hace cinco años.
En un día marcado por la lucha por formar la escapada, el ciclista vizcaíno ha devuelto la victoria a España después de 100 etapas, desde que Omar Fraile venciera en el Tour de Francia de 2018. Además, con la ventaja que ha obtenido en meta, el español asciende hasta la quinta posición de la clasificación general.
Tras la jornada de descanso el pelotón afrontaba una jornada 'rompepiernas' perfecta para una escapada y desde los primeros kilímetros se sucedieron los ataques en el 'gran grupo' para formar la fuga. El más activo fue el belga Wout Van Aert (Jumbo Visma), que lo intentó en multitud de ocasiones, pero el pelotón no le dejó coger distancia.
Con el pelotón agrupado, a los diez kilómetros de etapa Tadej Pogacar (UAE Team Emirates) y Jonas Vingegaard (Jumbo Visma) aceleraron para formar un corte de unos 30 ciclistas, en el que otros favoritos como Jay Hindley (Bora Hansgrohe) y Carlos Rodríguez (Ineos Grenadiers), tercero y cuarto de la general, respectivamente, no lograron colarse, lo que obligó a sus equipos a ponerse al mando del grupo.
Este fue cazado diez kilómetros después, pero el alto ritmo ya había disminuido mucho los efectivos del grupo, dejando atrás a corredores como los franceses David Gaudu (Groupama FDJ) o Romain Bardet (Team DSM). Además, seguía sin permitir la formación de una fuga, pese a los múltiples intentos.
Un grupo de siete corredores, con Pello Bilbao, Mathias Skjelmose Jensen (Lidl Trek) o Kasper Asgreen (Soudal Quick Step) entre ellos, lograron abrir hueco sobre el pelotón. A su intento se sumaron otros como Julian Alaphilippe (Soudal Quick Step) o Antonio Pedrero (Movistar Team).
La ventaja de esta potente 'grupeta' se estableció en torno a los tres minutos, aprovechando el bajón del pelotón principal, que parecía dejar la victoria entre los de delante, salvo Wout Van Aert y Mathieu Van Der Poel (Alpecin Fenix), que se lanzaron a la caza, pero su aventura duró poco.
El corredor letón Krists Neilands (Israel Premier Tech) intentó la aventura en solitario a 30 kilómetros de meta, abriendo un hueco de 30 segundos que el grupo perseguidor no alcanzaba. Sí lo logró a menos de cinco kilómetros de meta, dejando la victoria entre los seis perseguidores, donde se encontraban los dos españoles.
En la meta de Issoire, el alemán Zimmermann (Intermarché Circus) y Pello Bilbao arrancaron primero, abriendo un hueco que dejó entre ellos la victoria, pero el ciclista vizcaíno fue el más rápido y contundente. Su triunfo devolvía al ciclismo español al foco en el Tour cinco años después, cuando se cumplen 13 años del título de la selección española en el Mundial de Sudáfrica 2010.
El danés Jonas Vingegaard mantiene el liderato con 17 segundos de ventaja sobre el esloveno Tadej Pogacar, en un día en el que intentaron romper la carrera a 150 kilómetros de meta, pero no fueron capaces de abrir hueco. El español Carlos Rodríguez se mantiene cuarto a 4:22.
Este miércoles, los esprinters tendrán una nueva oportunidad, con una etapa totalmente llana de 180 kilómetros entre Clermont-Ferrand y Molins, en una de las pocas opciones que les quedan a los velocistas puros para conseguir la victoria.