Ni la inflación desbocada, ni la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, ni las facturas del gas y de la luz, ni la ausencia de grandes premios en anteriores ediciones parecen haber mermado la ilusión que genera la Lotería de Navidad entre los burgaleses. Es más, quizá la acumulación de problemas económicos está animando a muchos a tentar algo más a la suerte que en anteriores ocasiones. De hecho, ya se han gastado cerca de 25 millones de euros en la compra de décimos para el sorteo del día 22 y es previsible que los días que restan para la cita con la suerte se destinen otros 20 millones a este fin. Burgos se mantiene así en el segundo puesto -tras Soria- de las provincias españolas por gasto en lotería por habitante, con 125,19 euros.

Las estimaciones apuntan a que las ventas han crecido un 4% con respecto al pasado año, en el que en Burgos se gastaron 44,7 millones de euros para el Gordo de Navidad. A diferencia de entonces, puntualiza Ángel Álvarez, delegado de Loterías y Apuestas del Estado en Burgos y Álava, en este sorteo se han puesto a la venta 180 series (180 millones de décimos), ocho más que en el de 2021, lo que va a tener un claro reflejo en el volumen de las ventas.

«Por lo general, aunque hay opiniones para todo, las sensaciones  son buenas entre los loteros y es muy posible que se confirmen a lo largo de esta próxima semana, la de mayor compra de lotería del año», explica Álvarez.  

En Burgos -puntualiza- la tradición de intercambio de décimos entre familiares, amigos y compañeros de trabajo sigue muy arraigada, así como la vinculación de las empresas y establecimientos de hostelería a un número concreto a lo largo de los años. «Pero por encima de todo ello, aquí hay poder económico para gastar en lotería y eso nos distingue respecto a otras provincias».

De hecho, esta tradición sostiene una red de 103 puntos de venta entre Burgos capital y provincia. Entre ellos, hay 30 administraciones de lotería, 13 en la capital y 17 repartidas por la provincia. Es una estructura que se mantiene estable desde 2014. 

No obstante, entre un 65% y un 70% de los décimos de la Navidad se venden fuera de estos puntos de venta. Se estima que el Gordo activa más de 3.500 'loteros' en la provincia, intermediarios entre los que están empresas, bares, comercios,  colectivos sociales y culturales, clubes deportivos y un largo etcétera más. 

Premios. Las últimas ediciones no se han caracterizado por grandes premios en Burgos, solo algunos pellizcos muy repartidos o algún décimo de máquina [se estima que, de los 25 millones gastados en décimos, 1,3 millones se canalizan a través de máquinas].

El Sorteo de Navidad repartirá este año 2.520 millones de euros en premios, lo que supone 112 millones más que el año pasado. Entre dichos premios destacan el popular 'Gordo' de Navidad, de 4.000.000 euros a la serie; el segundo premio, de 1.250.000 euros a la serie; o el tercero, de 500.000 euros a la serie. 

El Gordo ha caído en la provincia en cinco ocasiones desde que comenzase el sorteo en 1812.

Uno de los más famosos por la repercusión que tuvo en la capital fue el sorteo de 1963 donde tocaron dos series del Gordo. La administración número 1, ubicada en la calle de Santander, repartió 15 millones de las antiguas pesetas con el número 19.936. Tal y como citan las crónicas de aquella época, entre los agraciados se encontraban el propietario del bar Mayoral, en la avenida del Cid, una vendedora del Mercado Norte o el 'Bar Julio', en el industrial Julio Mahamud de Santa María del Campo que repartió en forma de participaciones ocho décimos. Todo un acontecimiento en la localidad.

En el año 1974, Burgos capital y provincia tuvieron otra jornada de lluvia de millones de pesetas, 700 para más exactitud ya que se vendieron cinco series del segundo, el 12.176 en la comarca de Medina de Pomar y el Valle de Losa, especialmente la localidad de Criales, y 20 series del tercer premio (el 55.498) en la ciudad, muy repartido. Fue, sin duda, el gran año.

Hubo que esperar casi cuadro décadas para volver a vivir en el territorio burgalés un año excepcional como el de la última vez. Varios décimos del Gordo 76.058 se vendieron en Aranda de Duero, si bien la millonada que inundó la capital ribereña vino de la mano del segundo premio, el 42,260, que cayó íntegramente allí, repartiendo entre sus habitantes y residentes más de 225 millones de euros.