Los quintos de Tardajos salvan las fiestas

R.E.C. / Tardajos
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Los chicos y chicas que este año cumplen 20 y 21 años han sido los encargados de realizar las diferentes actividades y eventos del municipio

La corte real de reinas, reyes y damas de Tardajos. - Foto: Christian Castrillo

La importancia que los quintos tienen en los pueblos bien lo saben en Tardajos, donde llevan ya varios días inmerso en la celebración de sus fiestas patronales en honor a Nuestra Señora de la Asunción, San Roque y su perro. Y como cada año, este grupo de jóvenes, de entre 20 y 21 años, es el encargado de organizar las actividades y eventos de la festividad del municipio burgalés, no sin alguna dificultad por el escaso tiempo de preparación y los pocos recursos humanos que han tenido, pero con «bastante» ayuda por parte del Ayuntamiento con el que admiten que ha habido «un buen entendimiento».

«Al final es lo que está pasando ahora en los pueblos, que ya no somos todos los que nos quedamos ya que las nuevas generaciones nos vamos y se acaba perdiendo esa comunicación que en otra circunstancia sí que existiría. En nuestro caso, la cuadrilla de quintos no nos conocíamos y nos ha costado mucho encontrar a gente joven del pueblo que quisiera hacer grupo. Nos juntamos hace sólo dos meses con la intención de que no podíamos dejar a Tardajos sin sus fiestas», manifiesta Alejandro Tobar, uno de los organizadores junto a sus 8 compañeros y también rey mayor de las fiestas.

Una escasez de personal que notan sobre todo en la organización de horarios que permita llevar a buen puerto el chiringuito que este año han ubicado en uno de los garajes que un vecino altruistamente les ha dejado y que se encuentra al lado del albergue La Casa de Beli al no estar disponible las antiguas escuelas por obras de rehabilitación.

Aún así, confían que las fiestas sean todo un éxito, «tenemos motivos en el programa para ello», a pesar de que sus vecinos de Villalbilla se encuentran en plena celebración también. «Tenemos fama en Tardajos de organizar buenas fiestas, así que esperamos que la gente responda y se anime y, sobre todo, que haya buen ambiente», afirma Tobar quien reconoce que llega gente desde Buniel, Sasamón, Villasandino e, incluso, Burgos capital y el barrio de Cortes. «El área de influencia se extiende unos 40 kilómetros», presume.

Piscinas. Tener unas instalaciones que acojan las piscinas se ha convertido en una reclamación que los jóvenes, y no tan jóvenes, llevan pidiendo hace tiempo a la corporación municipal. Las consideran «muy necesarias», aunque saben que es «complicado» de conseguir, «pero por pedir que no quede».