No usamos bien el contenedor amarillo

GUILLERMO ARCE / Burgos
-

Un tercio de los residuos plásticos depositados en los 559 puntos de recogida de la ciudad son impropios, lo que lastra y dificulta los procesos de selección en la planta de Cortes

Imagen de archivo de un ciudadano usando el contenedor amarillo. - Foto: Patricia González

El reciclaje de residuos se ha normalizado entre los burgaleses  -en 8 de cada 10 hogares ya es una rutina- y son pocos ya los que no discriminan unas basuras de otras a la hora de acudir a la playa de contenedores. El amarillo, el de los envases ligeros, está entre los más utilizados, pues recibe una media de 18,4 kilogramos por habitante y año en la ciudad, una cifra muy alejada de los 11 kilos con los que empezó este proceso, que acaba de cumplir su mayoría de edad (los 18 años).

Los burgaleses reciclamos más, pero no lo hacemos mejor, como prueba ese 32,1% de impropios que se acumulan en el contenedor amarillo, es decir, de plásticos y otros materiales que no deberían haberse depositado. Es un porcentaje de error que, según los balances anuales de Ecoembes, no termina de corregirse, lo que puede deberse a que en nuestros hogares hay cada vez más envases y plásticos y de muy diferentes tipos, especialmente en estas fechas navideñas en la que aumenta exponencialmente el consumo.

Isabel Tennenbaum, especialista de Ecoembes en Castilla y León,  confirma que se ha avanzado mucho y que cada año aumentan las cantidades que se recogen en los contenedores amarillos y también en los azules (papel y cartón). «La ciudadanía está cada vez más comprometida con el medio ambiente, pero hay que seguir trabajando. Burgos está en torno a la media nacional y regional de recogida por habitante, pero el objetivo último es que se deposite la menor cantidad posible de plástico en vertedero», apunta. Hay contenedores cerca de los hogares, en el mundo rural, en las zonas de trabajo o de estudio, incluso en los lugares donde se celebran conciertos de música o fiestas populares. «Hemos logrado abarcar al ciudadano en todos los aspectos de su vida». 

Sin embargo, en el caso de contenedor amarillo todavía persisten los errores y su corrección es cada vez más compleja. La información pública que el Ayuntamiento facilita lo deja claro: es un espacio habilitado para depositar todos los envases de plástico, los metálicos y latas y todos los briks. Cualquier residuo de plástico que no tenga su contenedor específico debe depositarse en el contenedor gris, como la cristalería, la loza o la cerámica, que muchas veces de echa al iglú del vidrio.

(Más información, en la edición impresa de este lunes de Diario de Burgos)