80 toneladas sobre el Arlanzón

C.M.
-

La estructura metálica que conforma la nueva pasarela sobre el río a la altura de Capiscol ya está colocada y solo restan realizar tareas de soldadura y pintura. Fue necesario un transporte especial y tres grúas para izarla

80 toneladas sobre el Arlanzón - Foto: Luis López Araico

Los habituales jubilados que han seguido durante meses la obra de construcción de la nueva pasarela sobre el río Arlanzón a la altura del barrio de Capiscol se pedieron ayer lo mejor por culpa de la alerta sanitaria: la colocación de estructura metálica que permitirá pasar de un lado al otro. Los propios operarios de la empresa Metálicas Estrumar, que se ha encargado de la construcción, y de Grúas Burgos y Grúas Odra, que llevó a cabo la colocación, echaron de menos no ser observados por medio centenar de ojos. 

El proceso arrancó a las siete de la mañana en Villalonquéjar desde donde salieron las tres piezas de acero con un peso de 80 toneladas en un transporte especial que fue atravesando la ciudad bajo la vigilancia de la Policía Local.

A las 8 de la mañana todo estaba preparado para que tres grúas, dos de 130 toneladas, y una de 100, con una altura de 60 metros procedieran a la colocación bajo la supervisión de los operarios de ambas empresas, así como de técnicos de Herrero Temiño, adjudicataria de la segunda fase de remodelación del barrio de Capisco,l y del Ayuntamiento y la dirección de obra. 

Paso a paso se fueron ensamblando todas las piezas y todo el proceso salió a la perfección, según explicó Marco Gutiérrez, responsable de Metálicas Estrumar. «Ahora solo queda llevar a cabo trabajos de soldadura, inspección y pintura, que estarán terminados el martes y nuestro trabajo concluye aquí».

Posteriormente, la empresa adjudicataria de la obra civil deberá colocar colocación de las losas y el suelo del puente que pisarán los peatones. La nueva pasarela colocada ayer es similar a la instalada para cruzar desde la calle Vitoria al paseo Sierra de Atapuerca. Tiene 58 metros de largo y una anchura variable de entre 7,10 y 5,1 metros y pesa 80 toneladas. Está apoyada en dos pilares de hormigón y es de acero S355. 

El tiempo acompañó al no llover durante toda la mañana y sobre la tres de la tarde concluyó todo el proceso. «Hemos echado de menos a la tercera edad, sin ellos una obra no es una obra», bromeó Gutiérrez.

Se da la circunstancia de que fue la misma empresa burgalesa la encargada de diseñar y colocar hace muchos años la pasarela que se ha quitado ahora por estar muy deteriorada y a la que ha sustituido la nueva. Cuando acabe estos trabajos seguirá con la instalación de varios puentes en el País Vasco. 

La segunda fase de remodelación del barrio de Capiscol, en la que se incluye la pasarela, afrontan su recta final tras mejorar las calles Real y Molino Salinas y el entorno del polideportivo Carlos Serna por un importe de 1,9 millones.