La industria hotelera española se prepara para un verano de cifras récord, tanto en número de visitantes extranjeros y nacionales como en volumen de facturación de una actividad estratégica que ha venido generando más de un 10% del PIB y ha supuesto una maquinaria muy potente en creación de riqueza y de empleo que supera los 2,27 millones de contratos.

El sector es muy consciente de que la temporada de verano es para las empresas dedicadas a esta actividad el momento más relevante del año después de la crisis tan fuerte que vivieron durante la pandemia y lo complejo que fue la recuperación y empezar casi de cero. 

En este contexto, con la llegada de la época estival y el aumento de las temperaturas, los viajeros nacionales y extranjeros vuelven a buscar destinos de sol y playa para disfrutar de estos meses vacacionales.

Los economistas aseguran que las ganas de viajar de los españoles se imponen a la alta inflación y al importante incremento de precios que han experimentado hoteles, bares, restaurantes, así como el resto de gremios complementarios a esta industria que no ha visto frenada una demanda que sigue muy potente y que, según la mayor parte de las previsiones, llevará a las principales cadenas del país a registrar máximos históricos de ocupación y facturación y a colgar el cartel de completo en buena parte de sus establecimientos.

Los grupos hoteleros confían en que este verano se cumplan las mejores previsiones económicas y se registren resultados por encima de la mejor marca histórica que obtuvieron en 2019.

No obstante, los hogares desvelan que reducirán el número de estancias en sus vacaciones estivales y ajustarán en lo posible su presupuesto en previsión de los gastos que tienen que hacer frente en septiembre y que para las familias con hijos en edad escolar es la verdadera cuesta económica, más complicada aún que la de enero.

Una de las grandes opciones para no sobrepasar sus presupuestos son las reservas de viajes en hoteles de todo incluido, que permiten a los turistas preparar su viaje con múltiples ofertas y circuitos para disfrutar de una manera controlada optando por aquellas actividades que se pueden permitir.

Las principales agencias del país  constatan el optimismo que se respira de cara al verano y el buen ritmo de reservas, a pesar del adelanto de las elecciones generales para el próximo 23 de julio, en plena temporada alta, y el incremento que han registrado los precios.

En este sentido, el presidente de la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV), Carlos Garrido, declaró que, a pesar de que el ritmo se ha ralentizado a raíz del anuncio de las elecciones, la patronal sigue registrando un número «importante» de reservas, ya que «había muchas ganas de viajar».

Sobre el impacto de las elecciones generales, el presidente de UNAV, José Luis Méndez, manifestó que «no habrá una incidencia digna de mención» en el ritmo de reservas. «Creemos que vuelve todo a la normalidad y con los seguros de viaje tienen asegurada la cancelación y el normal desarrollo de las vacaciones», añadió.

Los datos de contratación de turísticos muestran una tendencia muy positiva y resaltan las ganas de viajar de los clientes. Así, el grueso sigue concentrándose en junio (45%), julio (28%) y en viajes principalmente de entre 3 y 4 días (36 %) y 5 y 6 días (18 %).

 En cuanto a los destinos favoritos de España, la tendencia sigue la estela de la costa andaluza, la costa de la Comunidad Valenciana y la costa Brava seguido de las islas Baleares y Canarias que mantienen una número muy alto de reservas ya confirmadas.

Preferencias

El interés de los viajeros ha crecido un 12% respecto al 2022 y destinos como Baleares, Barcelona o Madrid siguen siendo muy concurridos. También se han popularizado otros más atípicos para los españoles como Oviedo (+72%), Madrid (+63%) o Bilbao (+49%).

Este año, los españoles han optado por el turismo nacional, representando un 8% más que el año pasado, aunque también se espera turismo continental (38%) e intercontinental (9%). Los alemanes (23%), seguidos de los franceses (21%) e italianos (17%), son los visitantes más numerosos que llegarán a Palma de Mallorca, Barcelona, Madrid o Málaga, entre otros.