A pesar de que los pasajeros que transitan por el hall de Rosa Manzano se han disparado con la llegada del AVE un 113% en el último año, la foto fija que ofrece la terminal es francamente mejorable. En estos momentos hay únicamente dos locales abiertos, ambos destinados a negocios de alquiler de vehículos.

La cafetería, cerrada desde finales de 2019, reabrirá en los próximos meses motivada por el interés de dos hosteleros de la provincia en hacerse con sus servicios. Es precisamente el alto tránsito de personas el que convenció a los responsables de La Parrilla de Fontioso, situada en el kilómetro 187 de la A-1, para dar el paso y firmar una carta de compromiso con el Adif.

Sin embargo, el interior de la terminal destaca por la ausencia de negocios en marcha. El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, titular de la estación, tiene disponibles para el alquiler siete locales que suman 341 metros cuadrados. El más grande consta de 120 m2, mientras que el resto se mueve entre los 31,7 m2 y los 42,6 m2. Se ubican tanto en la entrada -junto a los locales de alquiler de coches- como en la parte del control de pasajeros y equipajes que se implementó con la llegada de la alta velocidad. En todos se puede ejercer cualquier actividad excepto la restauración, que queda reservada para la cafetería), consignas, estancos y licorerías.