Lo mejor de un viaje es el camino, aunque al final de este se halle un gran premio. Las empresarias aspirantes -la mayoría han sido mujeres- al Premio Comercio Sostenible 2023, incluso la ganadora, han valorado este viernes el espíritu de colaboración y la unión que ha presidido la relación entre los negocios que participan en la campaña Yo Soy Comercio Sostenible, el embrión de donde nace el galardón promovido por la Cámara y el Ayuntamiento. En la iniciativa se han implicado en este año 31 establecimientos de la capital, 15 más que en el pasado, lo que da una idea del nivel de compromiso de las tiendas burgalesas con la preservación del medio ambiente y con el futuro del planeta.

A la entrega del premio ha acudido una buena nómina de empresarias, que expresaron su satisfacción por participar en un proyecto que ha contribuido a «crear sinergias entre los negocios». Estas comerciantes resumieron en una frase lo que ha representado formar parte de la campaña. «Entre todos sí podemos»;«unidas hacia un mismo lugar, el futuro»; «el poder está en la colaboración», o «trabajar en comunidad es más fácil» fueron algunas de las expresiones que utilizaron durante la entrega de los premios, que se celebró en Cultura de Flor. El comercio ganador fue Cafés Santa Rosa y Tés de Ultramar. Su propietaria, Yolanda González, manifestó estar «muy contenta» por el galardón y alabó el espíritu del proyecto. Además, lograron menciones especiales Música 75, SAT Burgos y Mi Medusa.

El presidente de la Cámara, Antonio Méndez Pozo, se mostró orgulloso del comercio de proximidad de Burgos, que no dudó en situar «entre las referencias no solo de Castilla y León sino de toda España».

Esta posición privilegiada es fruto, subrayó, «del esfuerzo y del afán de los empresarios y empresarias por mejorar con el fin de dar una óptima atención al cliente», lo cual es «digno de elogio».

Respecto a la campaña, agradeció la colaboración del Ayuntamiento en una iniciativa pionera dirigida a valorar el trabajo de los comercios de Burgos «más preocupados con la preservación del medio ambiente». «Si abrir la persiana todos los días ya constituye un reto, hacerlo con un compromiso como éste, que implica cuidar del futuro del planeta, aún tiene más valor», enfatizó.