Las dependencias del Congreso de los Diputados acogerán esta mañana un encuentro tan esperado como estéril se prevé. Allí, en el epicentro de nuestra democracia, el candidato a la investidura de los próximos días 26 y 27 de septiembre, el popular Alberto Núñez Feijóo, se reunirá con el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Son las dos únicas fuerzas políticas con opciones reales de formar Gobierno. A última hora, el líder socialista accedió a entrevistarse con el del PP después del portazo vía epistolar que le propinó tras las elecciones generales del 23 de julio, lo que supone una asunción del mandato del Rey a Feijóo. En consecuencia, hoy se volverán a ver las caras. A puerta cerrada, eso sí.
Es el primer encuentro del candidato a la investidura con un líder de otro partido. Un acuerdo entre ambas formaciones políticas mayoritarias -como se produjo en Alemania, por ejemplo- permitiría la formación de un gobierno de concentración para sacar a España del callejón de hipotecas otrora inaceptables al que se vio abocado el país por el resultado de las urnas. La realidad, por contra, apunta a que será un mero formalismo después de los ataques, incluso personales, que se lanzaron ambos dirigentes políticos durante la campaña electoral de este verano.
Llegados a este punto, es el tiempo de las estrategias políticas para menoscabar la credibilidad del rival. Núñez Feijóo acude a la investidura sin una mayoría que le dé el Gobierno al Partido Popular. La reunión de hoy con Sánchez pondrá de manifiesto la negativa rotunda del líder socialista al Gobierno de concentración -que apoya un porcentaje muy significativo de españoles- y cargará de argumentos al candidato del PP para poder decir que lo intentó, pero que el presidente en funciones quiere perpetuarse en el poder al precio que sea. Por su parte, Pedro Sánchez reprochará al líder popular acudir a una investidura cuyo fracaso se conoce de antemano, con lo que dilatará lo presumiblemente inevitable hasta el 27 de septiembre. Sánchez invocará que él será el candidato y quien conseguirá el Gobierno con el apoyo de las fuerzas políticas que le sirvieron para llegar al poder y mantenerse en él, entre ellas los enemigos más acérrimos de la Constitución.
Si finalmente Pedro Sánchez consigue formar Gobierno 'disfrutará' de un Ejecutivo tremendamente vulnerable y cargado de peajes draconianos que deberá enfrentar a cada paso que dé. Con este panorama por horizonte, existe un acuerdo generalizado en que habrá urnas de nuevo más pronto que tarde, algo que todos los llamados a protagonizar esta particular investidura saben, por lo que los pasos a dar serán más medidos que nunca. Siempre, claro, en beneficio propio