Llegó el día, pero más que los nervios previos a subirse a un escenario, lo que expresaban sus protagonistas era la satisfacción de haber conseguido estar entre los tres finalistas del Live Ice Festival (LIF), el certamen con el que La 8 Burgos trata de encumbrar a las jóvenes promesas de la música local. Tres nombres; Paula Villa, Marsella y DEB (por orden de actuación) pugnaron ayer por el máximo galardón que les permitirá hacerse hueco en festivales de renombre, espacios emblemáticos o grabar en un estudio profesional, además de premios en metálico.

En la plaza de Santa Teresa la variedad de ritmos y estilos se adueñó de la tercera noche de fiestas con poemas convertidos en canciones, compases unidos a la tierra o el sonido de los 80 de vuelta al siglo XXI. Veinte minutos de interpretación para cada grupo hasta que el jurado tomó la decisión y se escuchó el nombre de DEB como ganador del LIF, obteniendo un pase para actuar en el Festival Tribu de la capital. Le siguió Marsella, que se hará un hueco en el Sonorama de Aranda, y Paula Villa en el Museo de la Evolución Humana. La Mejor Canción recayó en Avis Luna (uno de los 10 participantes de esta edición) y su tema Albor. 

«Me he dado cuenta de que soy una mezcla de una parte más cálida y otra más fría», se definía Déborah de la Puerta en este periódico hace unos meses al presentar su primer trabajo de corta duración, Pa' que no duela. Descripción que extiende a una música que cataloga de fusión y, más concretamente, de 'rap líquido'. Ayer recordó el objetivo con el que acudió al certamen junto a su banda: «Ir a por todas y para ello currar». Y lo ha conseguido al lograr lo que ella misma definió como un «regalazo».

Todos subieron al escenario a disfrutar, a «hacerlo lo mejor posible», sin pensar en la decisión del jurado, tal y como aseguró Villa. De la misma forma que Germán Dobarco, se mostró satisfecho por el hecho de que el público burgalés «descubra Marsella, que es lo que más ilusión nos hace a todos».