El dinero sigue entrando en la hucha de Hacienda como nunca antes en la historia. La recaudación fiscal en Castilla y León sigue marcando récords y este 2023 apunta a otro año de máximo histórico, superando el techo marcado el pasado ejercicio. Solo entre enero y abril, el Estado ingresó en la Comunidad más de 2.150 millones de euros, trece puntos más que en 2022, y casi un treinta por ciento por encima de los datos de antes de la pandemia. Todo ello a pesar de la moderación de la inflación, que se encuentra actualmente en su punto más bajo desde mediados del 2021, y uno de los factores a los que el pasado año se achacó el notable incremento de los fondos recaudados por el fisco. Pero esta explicación ya no sirve para justificar un crecimiento a doble dígito en el dinero que el Estado recibe vía impuestos de Castilla y León, y que ahora se sustenta en el aumento del empleo y la subida de los salarios y las pensiones.
Los datos publicados por la Agencia Tributaria para los cuatro primeros meses del año hacen presagiar que 2023 terminará, de mantenerse la tendencia actual, entre los 5.700 y 6.000 millones de recaudación tributaria. Algo nunca visto en Castilla y León y que supondría duplicar los ingresos fiscales de hace una década, y superar en casi 2.000 millones los contabilizados en 2007, con el boom inmobiliario a pleno rendimiento. Un techo de cristal que ya se encargó de romper el pasado ejercicio la Comunidad, al remitir a la hucha común 5.200 millones de euros del IVA, IRPF, Impuestos Especiales o de Sociedades.
El Impuesto de la Renta de las Personas Físicas sigue imponiendo su hegemonía y se consolida como el tributo que más recauda en Castilla y León. 1.122 millones de euros entre enero y abril. Solo una vez en la historia el mercado laboral autonómico logró rebasar la barrera de los 1.000 millones ingresados por IRPF en el primer cuatrimestre del año. Fue en 2008, cuando el mercado laboral anotó máximos antes de implosionar arrastrado por la crisis del ladrillo. Las subidas salariales, tanto del SMI como de los convenios, aprobadas por el Gobierno de España siguen tirando para arriba de este impuesto, que ya supone más del cincuenta por ciento del total regional.
Inmediatamente después aparece el IVA. El impuesto indirecto al consumo permitió recaudar a Hacienda casi 850 millones de euros en los cuatro primeros meses del año, diez puntos por encima del 2022. Otro avance a doble dígito que llega pese a la moderación de la escalada inflacionaria, que está ya en el cuatro por ciento, un nivel similar al de 2021. Ambos tributos ponen de manifiesto la total reactivación de la economía autonómica, sostenida por la mejora de los salarios y el mantenimiento del consumo de los hogares.
Cabe destacar además que los ingresos por el Impuesto de Sociedades se dispararon entre enero y abril en Castilla y León, un 46,3%, hasta un volumen de recaudación por encima de los 173 millones, y que apuntala el sostenimiento del tejido empresarial autonómico. También anotó una subida el tributo por Tráfico Exterior, con el que se ingresaron en la Comunidad, 11,34 millones, un alza del 64,1%.
Un análisis territorial revela que la recaudación del Estado creció en todas las provincias, con especial intensidad en Palencia (120,2 millones), un 31,5%; Segovia (126,6 millones), un 23,5%; y Ávila (79,8), un 20,2%. Asimismo, subió en Valladolid (738,8 millones), un 15,1%; en Zamora (92,2), un 10,6%; en Burgos (396,7), un 10,2%; y en Salamanca (254,7), un 10%. Por último, en la provincia de León (272,98 millones, la recaudación repuntó un 8,9%; y en Soria (86,7), un 0,8%.