Celada de la Torre, «contra el descontrol de las renovables»

B.A. / Burgos
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Un grupo mayoritario de vecinos ha convocado una manifestación el sábado 10 de junio para mostrar su repulsa «contra la avalancha y saturación de parques eólicos y fotovoltaicos en la provincia»

El ganadero tiene una explotación de 900 ovejas a solo 250 metros de uno de los aerogeneradores proyectados. - Foto: Patricia

Celada de la Torre, pedanía del Valle de las Navas, tiene proyectado en su término municipal la construcción de dos parques, uno fotovoltaico y otro eólico. Los vecinos vienen evidenciando desde hace tiempo supuestas «irregularidades» en la tramitación de ambos, acudiendo tanto a la vía administrativa como a la judicial para denunciar lo que ellos consideran «un atropello» y tratar de paralizar su construcción. Ahora han decidido alzar la voz de forma conjunta para mostrar su repulsa «contra la avalancha y saturación de las energías renovables en la provincia de forma descontrolada y especulativa» convocando una manifestación que tendrá lugar el sábado 10 de junio a las 11 horas. 

Solicitada por un grupo de más de 40 vecinos inmersos en esta lucha, la protesta arrancará de la plaza de la localidad para recorrer a pie aproximadamente un kilómetro y retroceder después al paraje ubicado a tan sólo 400 metros del núcleo urbano donde pretenden construir un parque fotovoltaico en 40 hectáreas y con 55.000 paneles solares. «Stop mega parques eólicos y fotovoltaicos sin control en la provincia» es su principal reivindicación, tal y como recogen en el cartel que han diseñado para la concentración y donde también piden «que nos oigan en la defensa de nuestro territorio del engaño y el expolio» 

Con esta manifestación los vecinos quieren dejar claro que no están en contra de las energías renovables, sino de la «gestión descontrolada que se está llevando a cabo de ellas en la provincia». Y ponen un ejemplo: «la propia Junta de Castilla y León otorga protección especial por su alto valor ecológico a un determinado paraje en el que un tiempo después, de forma contradictoria, autoriza la construcción de un parque», explican los vecinos. E insisten en que saben que las energías renovables son necesarias, «pero que se instalen en zonas degradadas o industriales, que las hay, no en parajes naturales protegidos, ya que con ello van a terminar por vaciar la gran utilizada España Vaciada para convertirla en un gran polígono industrial».

El objetivo de la protesta es denunciar que «amparándose en combatir la crisis ambiental, energética y climática que vivimos se está planificando la mayor destrucción nunca conocida, con la desaparición de miles de hectáreas de tierras de cultivo, la degradación irreversible de nuestro patrimonio medioambiental, la venta de nuestra tierra a fondos de inversión, la expropiación de tierras a particulares por parte de las promotoras, la expulsión o la desaparición de la ganadería tradicional extensiva y familiar, explican. Por todo ello, aseguran, «se está provocando una crisis ambiental, alimenticia, poblacional y económica si precedentes con la colaboración activa de nuestros gobernantes, cuyas consecuencias irreversibles amenazan a nuestra provincia», dicen. 

Los impulsores de la protesta esperan contar en ella con el apoyo de particulares y también de otras entidades inmersas en esta causa o afectadas por ella, como son agrupaciones sindicales de agricultores y ganaderos o también otros colectivos que vienen trabajando en este ámbito, como la Mesa Eólica Merindades de Burgos o la Coordinadora Demanda Juarros-Oca. La duración prevista de la misma es de 2 horas, y desde subdelegación del Gobierno ya han asumido su celebración. 

Expropiaciones. Mientras los vecinos ultiman los detalles de su protesta, el Boletín Oficial de Castilla y León publicó hace unos días el anuncio de la convocatoria del levantamiento de las actas previas a la ocupación forzosa de las fincas afectadas por el parque fotovoltaico Villayerno, «cuyo nombre produce sorpresa por su tendenciosidad al estar ubicado en Celada de la Torre», dicen. Será el 3 de julio en el Ayuntamiento del Valle de las Navas y están citados los propietarios de las tres fincas afectadas, la Junta Vecinal de Celada, el Arzobispado y un particular. En este caso se ha agotado la vía administrativa y los que han llevado el asunto a la justicia ha sido un grupo de vecinos, a la espera de que avance y se resuelva el proyecto.

En el caso del parque eólico se pretenden construir 6 aerogeneradores con expropiación de tierras propiedad de la junta Vecinal, quien ha llevado el asunto a un contencioso y la vía administrativa del procedimiento no ha terminado, porque aún pueden presentar recurso de alzada contra la aprobación de su declaración de utilidad pública.

JUAN MATA | Ganadero

«Tenemos miedo de que el funcionamiento de los molinos pueda afectar a nuestras ovejas»

Juan Mata tiene en Celada una explotación con 900 ovejas a escasos 250 metros de uno de los aerogeneradores proyectados. «Hay estudios serios y fundados que evidencian una negativa influencia en el comportamiento y reproducción de los animales», asegura.

Aún no han colocado un aerogenerador a 250 metros de distancia de su explotación ganadera, formada por un rebaño de 900 ovejas churras, pero Juan Mata tiene «miedo» por cómo el funcionamiento de estos molinos puedan afectar a sus animales. Ese miedo no es infundado, viene de la experiencia de otros colegas de profesión y cita como ejemplo una granja de conejos en la localidad vallisoletana de Valverde de Campos. «Sus dueños han denunciado que los animales han tenido problemas de fertilidad, han modificado su conducta hasta convertirse en carnívoros y han notado un incremento desmesurado de las tasas de mortandad», explica el ganadero, quien detalla que esta granja, en la que sus propietarios habían invertido varios millones de euros, era pionera y recibía reconocimientos. «Ahora, por los molinos, van a tener que cerrar», apostilla. 

Con estos antecedentes, Juan Mata, que lleva al frente de esta explotación familiar casi cuatro décadas, teme que sus ovejas sufran al tener ese molino tan cerca. «Cuando paren, madres e hijos se comunican por sonidos, no sé hasta qué punto el ruido del molino puede interferir y afectarlas. Puede haber 300 madres con 300 crías y no sé si se van a poder entender o se van a desorientar», cita el hombre, que también se refiere a otros estudios realizados «y que evidencian que el ruido, los infrasonidos y las vibraciones de estos molinos, cada vez más altos, interfieren en el comportamiento y en la reproducción de los animales de forma muy perjudicial». 

El ganadero asegura que ha llevado su preocupación a diferentes departamentos de la Junta, tanto Industria como Medio Ambiente, y que se ha sentido tratado «como el enemigo». «Nos dicen que en las aspas se pone un sistema para que haga menos ruido, pero es que también les afecta el campo magnético que se genera», dice Juan, que igualmente afirma que otra de las respuestas que obtiene es que 'no hay constancia de que provoquen problemas severos o críticos'. 

Según la Ley 2/2011, de 4 de marzo, de Economía Sostenible, no se puede implantar una instalación eólica a menos de 500 metros de una población. «Donde la jurisprudencia entiende, queda incluida una explotación ganadera», aseguran los vecinos convocantes de la manifestación, que insisten que las naves de Juan están a 250 de uno de ellos. En este sentido, el ganadero lamenta que hoy «todo el pasto esté al servicio de los promotores con la connivencia de la administración».