En plena tormenta energética, con el precio de la electricidad o el gas natural por las nubes, la ampliación de la red de calor va a suponer una noticia fantástica para las firmas de Villalonquéjar. El consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones anunció ayer en Burgos que la prolongación de 2,3 kilómetros -sumando el recorrido de ida y vuelta- a lo largo de la calle López Bravo entrará en funcionamiento durante el primer trimestre del año que viene. «La energía es un factor tanto de viabilidad como de competitividad de las compañías», recordó.

Actualmente, seis empresas (L'Oreal, Ubisa, Edscha, Lennox, Incarsa y Maniplastic) están conectadas a la central de generación renovable del polígono. Cuando entre en marcha la segunda fase -que se prolonga también entre las calles Merindad de Río Ubierna hasta pasada Merindad de Valdivielso- serán varias las firmas que tendrán a su disposición enganches. La primera que ha confirmado su conexión es el centro logístico de L'Oréal, aunque también entra en los planes de Incarsa. La Junta, a través de la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente (Somacyl) ha invertido 1,7 millones de euros en unas obras que están a punto de concluir.

De forma paralela, aunque con fecha de estreno de cara al segundo semestre del 2023, Suárez Quiñones recordó que también se está ejecutando una nueva caldera de biomasa -la tercera ya- que ayudará a satisfacer la creciente demanda térmica, cubrir puntas de consumo y, a la vez, servir de instalación de reserva en caso de eventualidad en las dos calderas principales.

Del mismo modo, y como gran novedad, se pondrá en marcha un sistema de almacenamiento de energía térmica sensible en forma de agua caliente (...).

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