A falta de quince días para que comience la campaña de excavación en Atapuerca, las labores de acondicionamiento y preparación de los yacimientos siguen su curso. Sin ir más lejos, el martes acabó de colocarse la cubierta del Penal, el yacimiento de la Trinchera del Ferrocarril ubicado frente a Gran Dolina y que comparte con ella la datación de los niveles inferiores (del TD-4 al TD-6, nivel este último donde se encontró a Homo antecessor). 

La estructura metálica instalada por la Junta ha necesitado de una inversión de 300.000 euros. La dotación es el paso previo a los trabajos de excavación en este «nuevo» emplazamiento, que comenzarán de manera sistemática el próximo año. «Lo que vamos a hacer durante la campaña de 2023 es poner la cuadrícula, planificar la excavación y hacer una limpieza que incluye perfilar la cata antigua para conocer la secuencia cronológica», resume Ana Isabel Ortega, miembro del Equipo de Investigación de Atapuerca y una de las encargadas de poner a punto este yacimiento que se excavó en los años 90 y que resulta de extraordinario interés por compartir antigüedad con Homo antecessor (de hecho es la continuidad de la cavidad de Gran Dolina, que quedó separada por la perforación de la trinchera del ferrocarril).

De momento, los presagios sobre este yacimiento son «muy buenos», en palabras del codirector José María Bermúdez de Castro. «Mientras hacían las obras ha aparecido una herramienta de manufactura muy antigua», subraya. Y Ana Isabel Ortega va más allá definiéndola de «excepcional»:«Nos confirma la presencia humana en una secuencia interesante, algo que sabíamos por las excavaciones que se realizaron en los 90. Es una pieza bonita y grande», añade, precisando que su datación estaría en torno a los 900.000 años, por debajo del TD-6 de Antecessor. 

Ana Isabel Ortega posa con la pieza de cuarcita tallada por las 2 caras. - Foto: María Martinón

Se trata de «un canto de cuarcita tallado bifacialmente, propia de complejos de industria lítica del Modo 1 (Olduvayense). Esta pieza se relaciona con el conjunto de herramientas recuperado en las unidades inferiores de Gran Dolina, del Pleistoceno inferior», confirma.  

El yacimiento del Penal tiene una extensión de unos 10,5 metros de largo por unos 8 de ancho y alcanza, como decíamos, los niveles compatibles con TD-4, TD-5 y TD-6 de Gran Dolina.

Puntos calientes de la campaña. Además de las labores de limpieza que se seguirán haciendo en el Penal para dejar preparado el yacimiento, este año la atención en Trinchera estará en otras zonas.

«Por una parte, seguiremos excavando donde el año pasado aparecieron los restos de la cara del primer europeo, de 1,4 millones de años, en la Sima del Elefante. Porque aunque se excavó en la zona de alrededor, todavía queda bastante espacio dentro de la cuadrícula para saber si hay más información y otros fósiles de esa cara», confirma Bermúdez de Castro. «Ya sabemos que hay industria lítica en ese nivel; sería equivalente -no en cantidad, por supuesto- a lo que ocurrió en 1994 cuando encontramos herramientas, fauna y restos humanos en TD-6. Por eso hay que tener mucho cuidado e ir despacio», añade el científico.

Otro punto caliente a juicio del codirector está en Gran Dolina, un yacimiento que se resiste a la hora de alcanzar el nivel TD-6 de Homo antecessor. «Este año, en mi opinión, llegaremos», admite. Lo que ocurre es que previsiblemente se alcanzará la parte superior de ese nivel, «por tanto, todavía no estaríamos exactamente donde aparecieron los restos humanos; faltarían unos 30 centímetros que quizá equivale a otros dos años». Aun así estamos hablando de «una zona muy interesante» en la que habrá que trabajar sin prisas porque es aquí donde apareció industria lítica cuando no se confiaba en ella. 

En cuanto al resto de yacimientos, Bermúdez de Castro reconoce que ninguno desmerece, pero en los mencionados estarían las grandes bazas de este año salvo sorpresas, que también puede haberlas.
La campaña, como en las últimas ediciones, durará mes y medio: desde mediados de junio a finales de julio. Y esperan contar con unos 250 investigadores.