La creación de una efectiva red de vías ciclistas es uno de los objetivos marcados en el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que aprobó el Ayuntamiento de Aranda este año. El punto de partida son los escasos 14 kilómetros actuales de carril bici que hay desplegados por la ciudad, con muchos tramos inconexos, otros incorporados a la circulación y la mayoría obsoletos y, por lo tanto, con un uso casi testimonial. El proyecto global contempla triplicar esas vías ciclistas hasta los 49 kilómetros, con un coste de 14 millones de euros.
Un planteamiento que el actual equipo de gobierno comparte en el fondo pero no en la forma de ejecutarlo. «El PMUS es un instrumento de planificación estratégica, no es algo implementable por sí mismo», valora el alcalde arandino, Antonio Linaje, que sí que confirma que se van a tener en cuenta las líneas marcadas en este documento en la puesta al día de la ciudad. «En todas las actuaciones urbanísticas y de otra índole que se van a llevar a cabo desde el Ayuntamiento se van a tener en cuenta las previsiones del PMUS», marca como filosofía de trabajo Linaje.
Para que los ciudadanos no crean que la creación de la red de vías ciclistas va a ser una realidad a corto o medio plazo, Linaje especifica que «eso no quiere decir que, de la noche a la mañana, vayamos a hacer inversiones para ejecutar el PMUS, porque entonces nos gastaríamos el dinero de los próximos diez años solamente en el PMUS, sino que se trata de que en todo lo que se tenga en cuenta que vaya acorde con este plan».
En la hoja de ruta del trabajo municipal se va a empezar a sentar las bases para la ejecución de estas iniciativas de movilidad sostenible en próximos ejercicios. «Compartimos los sistemas de movilidad que se incluyen en ese documento pero ahora mismo, de cara al Presupuesto, lo que queremos es que, durante el año que viene, se desarrollen todos los proyectos y, a partir del que viene, ejecutar», especifica el primer edil arandino, marcando el año 2025 en el calendario para comenzar a ejecutar lo que se proyecte durante el año que viene.
De hecho, el primer proyecto que se quiere afrontar, y que aparece ya reflejado en el borrador del Presupuesto de 2024, es la creación de un carril bici en condiciones para conectar la calle Sol de las Moreras con la urbanización Tapias Blancas, de reciente construcción en el extremo este de la ciudad. «Es un proyecto que se quiere hacer a través del parque Sol de las Moreras y parque de la Huerta, una vía ciclista por las riberas de los ríos», especifica la particularidad de este proyecto el alcalde de Aranda.
Ahora mismo, la calle Sol de las Moreras tiene un tramo de ciclocarril, que comparte espacio con los vehículos a motor en la calzada, y continúa por la calle Pedro Sanz Abad y avenida Burgos por un carril bici que discurre por la acera. A partir de ahí, desaparece el espacio para los vehículos de movilidad sostenible. Para poder concretar el trazado y las soluciones a adoptar en este trazado se han reservado 70.000 euros en el Presupuesto para la redacción del proyecto, con la intención de materializarlo en 2025.
Según el PMUS, Aranda es «una ciudad compacta y con orografía adecuada» para el uso de bicicletas y vehículos de movilidad sostenible, y se propone una red que se articularía en nueve rutas diferenciadas pero interconectadas entre sí para facilitar la movilidad entre las distintas zonas de la capital ribereña, incluyendo los barrios más alejados como Sinovas y La Calabaza.