Los vecinos y, sobre todo, los comerciantes de la calle San Julián no fueron los únicos sorprendidos al ver una señal que limita la circulación a determinados vehículos tras la peatonalización y que impide el reparto de mercancías. En otras secciones del Ayuntamiento de Burgos también observaron que la colocación de este vinilo era errónea, pues tanto las tiendas como el Centro de Día de la Asociación de Familiares del Alzhéimer gozaban de permiso para poder estacionar de manera limitada en este vial. Algo que se les prohíbe tras las obras.
Fuentes del área de Tráfico aclaran que esa señal nunca debió colocarse tras la peatonalización. Es más, achacan el error a la dirección facultativa de la obra, que corrió a cargo de la sección de Vías Públicas. La razón es muy simple. No remitieron ningún informe sobre la intervención que advirtiese de la prohibición de la carga y descarga en San Julián. De haberlo hecho, puntualizan, habrían advertido de que no podían.
Esto coincide, a grandes rasgos, con lo que han contestado por escrito desde el Consistorio a uno de los comerciantes de esta calle que solicitó explicaciones sobre la prohibición del reparto. «Nos han dicho que la obra debe permitir los permisos previos a la intervención, como la carga y descarga o el estacionamiento para familias de personas con alzhéimer», comenta Rubén Izarra, de la tienda de informática Pulsan.
Pero más allá de estas contestaciones, lo cierto es que la señal permanece ahí sin que el área responsable haya dado orden de retirarla. Mientras tanto, la Policía Local tiene que atenerse a la normativa y sancionar si algún repartidor circula por San Julián y detiene el vehículo para dejar alguna mercancía. Bien es cierto que los agentes están teniendo mano izquierda y, salvo casos puntuales, están advirtiendo y no multando.
Fuentes del cuerpo municipal reconocen la controversia que está creando la señal y aseguran que las patrullas se están mostrando comprensivas. No en vano, también han trasladado a las áreas competentes sus dudas por la colocación del vinilo y han recomendado volver a permitir la carga y descarga en esta calle. Los comerciantes, por su parte, se mantienen alerta y seguirán insistiendo para conseguir que se autorice el reparto.