La reforma del parque de La Cava, uno de los lugares más emblemáticos de Roa, ya tiene un proyecto definido. El último pleno del Ayuntamiento raudense aprobaba el diseño de este espacio y la reforma del viejo polideportivo colindante. En los algo más de 5.000 metros cuadrados de extensión se crearán dos zonas lúdicas para poder desarrollar actividades musicales y culturales. Una, paralela a la calle Padre Usera. «La barandilla donde se pone la gente para ver los encierros desaparece y ahí se va a crear un talud aprovechable en forma de gradas y podremos utilizarlo para conciertos o teatros», explica el alcalde raudense, David Colinas, para aprovechar el desnivel de 2,5 metros de altura.

El otro espacio que se gana para actividades lúdicas se sitúa detrás del edificio de la biblioteca, que ahora ocupan los juegos infantiles, que se van a desplazar hacia el centro del parque, junto a la última curva del paso de los encierros, donde también se pondrá un arenero. Lo que también cambiará de sitio será el kiosco, que quedará pegado al edificio de la biblioteca, con el objetivo de recuperar la antigua fuente y eliminar la que ahora está en el centro de los cuatro parterres, que desaparecen para conseguir un espacio semivacío, recordando que este lugar tuvo su origen en la desecación de una laguna. 

«Queremos buscarle mayor utilidad al entorno porque ahora está desaprovechado», expresa Colinas para resumir el objetivo que se persigue con esta obra, que incluye también la remodelación del viejo polideportivo adyacente. «Ahora no tiene ninguna utilidad más allá que como almacén», lamenta el alcalde aludiendo al estado en el que se encuentra. En el nuevo diseño se mantiene sólo el muro del antiguo frontón y, por supuesto, los dos tramos de la muralla que se pondrán en valor dándoles más visibilidad. «Va a quedar abierto, quitando los cerramiento, y se integrará en el espacio del parque, aunque se hará alguna dependencia dentro del propio edificio del pabellón para utilizarlo en algún momento», explica Colinas refiriéndose a la zona de almacén y los aseos que se colocarán en la zona norte del pabellón, junto al patio de caballos que da servicio a la plaza de toros.

La entrada al nuevo pabellón contará con una rampa y otro acceso escalonado junto al parque, y en su interior habrá espacio para acoger actividades como conciertos, teatro, ferias, exposiciones, catas o comidas populares en sus 1.300 metros cuadrados de base. En el lado sur de este edificio se reservará espacio de aparcamiento.

El coste final de esta obra está fijado en 1.099.527 euros, lo que supone 444.000 euros más que la estimación realizada cuando se llevó a cabo el concurso de ideas que dio pie a este proyecto, allá por 2015, y que ganaron los arquitectos vallisoletanos Saúl Alonso Pérez y Andrés Carretero Mieres de entre las 15 propuestas que se presentaron. Ellos son los que ahora se han encargado de la actualización del proyecto para comenzar los trámites para la licitación de las obras.

La entrada de las máquinas para comenzar los trabajos tendrá que esperar aún unos meses. «Lo financiaremos con un préstamo, pediremos algo más porque tenemos otras obras que acometer, con cargo al presupuesto de 2023», recuerda el alcalde de Roa, David Colinas, que se muestra satisfecho por poder desatascar una iniciativa que lleva esperando su momento siete años. «Nosotros sacamos el concurso de ideas, luego perdimos las elecciones y el PSOE no hizo nada, y estos años, con la pandemia, ha sido más difícil hasta que lo hemos podido retomar», resume Colinas.