El proyecto de la ronda de Aranda se va a 10,5 millones

I.M.L. / Aranda
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El coste de la primera fase, que une los 3 kilómetros entre la BU-925 y la N-122 con un puente para salvar el río Duero, asciende ya a dos millones más de lo calculado al aprobar el impacto ambiental

Trazado de la circunvalación de Aranda (El estudio ambiental da el visto bueno a la alternativa que iría desde el actual final de la ronda hasta la N-I).

La conclusión de la ronda de Aranda de Duero sigue sin ser tener una fecha para su conclusión, ni siquiera para el inicio de los trabajos de la prolongación del tramo que se abrió al tráfico en 2010. Estos 13 años, la Junta de Castilla y León los ha empleado en elegir el trazado para conectar la BU-925 con la A-1 en 2018, circunvalando el este de la capital ribereña hasta su zona más septentrional, y aprobar su declaración de impacto ambiental en abril de 2019, que tuvo que prorrogar este julio porque estaba a punto de caducar. Con este paso, el plazo para iniciar las obras se alargaba hasta abril de 2025 como máximo, pero no se avanzaba nada en el proyecto. 

En su primera fase, la Dirección General de Carreteras e Infraestructuras de la Junta confirma que «está superando el trámite de supervisión» antes de que el proyecto pueda pasar a su aprobación provisional, con lo que comenzaría el proceso de información pública de expropiaciones. No se marcan plazos para sacar a licitación estos trabajos que, con transcurrir de los años, ha sufrido un incremento del coste estimado. 

En 2021, la inversión estimada de esta primera fase era de 8,5 millones y, dos años después, se ha encarecido hasta los 10,5, un 24% según estas mismas fuentes del Gobierno regional. De mantenerse esa progresión, el coste total de la ronda este-sur de Aranda pasaría de los 13 millones de estimación inicial a superar con creces los 16 millones.

Esta primera fase se lleva el 65% del coste total estimado para esta infraestructura y contempla el trazado de un vial de doble sentido con dos carriles para cada uno a lo largo de 3 kilómetros y un puente para salvar el cauce del río Duero, infraestructura que es la que encarece esta primera fase. El segundo tramo, para el que todavía no hay proyecto redactado y que aún tendrá que esperar más si cabe para empezar a tramitarse, tendrá una longitud de 2,8 kilómetros para conectar el punto en el que esta circunvalación se cruce con la N-122, entre Aranda de Duero y Fresnillo de las Dueñas, con la A-1.

Coste o medio ambiente. Más allá de lo dilatados que son los trámites administrativos, esta infraestructura estuvo olvidada ocho años, desde la inauguración en 2010 del tramo norte-este. En junio de 2018 se publicó el estudio informativo con los cuatro posibles trazados para culminar la circunvalación, de entre los cuales la declaración de impacto ambiental señaló dos de ellos como los más idóneos. Mientras los planes de la Junta pasaban por la opción 1, por ser la más corta y, por lo tanto, menos costosa, en el periodo de información pública se recibieron varias alegaciones contra ella, siendo la que más peso tuvo la que avisaba de que pasaba «a escasos metros de la ermita del Santo Cristo de Priorato» en Fresnillo de las Dueñas. Así que se optó por la 3, que además no coincide con espacios de la Red Natura 2000, zonas dedicadas a especies protegidas, ni humedales catalogados.

Este pero se tuvo en cuenta y se optó al final por la alternativa 3, que no afectaba a espacios de la Red Natura 2000, zonas dedicadas a especies protegidas ni humedales catalogados, pero que cambiaba los planes iniciales de la Junta y añadía casi 3 kilómetros más al diseño inicial de este trazado, ya que la alternativa 1 concluía nada más pasar el río Duero, a diferencia de las otras tres propuestas que llegaban hasta A-11 o la A-1, en el caso de la alternativa 3, que es la finalmente escogida.

Ahora, la Consejería de Movilidad de la Junta, en manos de María González Corral, tiene de plazo hasta abril de 2025 para completar los trámites previos a la licitación de la obras, que pasan por la expropiación de los terrenos afectados por el trazado de esta infraestructura. Las obras, con un plazo estimado de ejecución de 18 meses, deberían comenzar antes de esa fecha para impedir que lo aprobado hasta ahora perdiese vigencia y se tuviese que comenzar a tramitar, de nuevo, la declaración de impacto ambiental. Si se cumplen los plazos más amplios, la circunvalación de Aranda estaría completa, de norte a sur, en el otoño de 2026 como tarde.