El grupo segoviano Octaviano Palomo ha dado otro paso más para optimizar al cien por cien el silo de Pancorbo, que adquirió por 758.000 euros al Fondo Español de Garantía Agraria (Fega) a finales de 2020. Tras una primera inversión de 6 millones de euros para la construcción de cinco nuevas naves, la reforma de toda la maquinaria interior del almacén, la nueva instalación eléctrica, la automación de todos los procesos y la puesta en marcha de un centro de selección y manipulación de semillas, acaba de finalizar el proyecto de mejora de la vía propia con que cuenta el silo para transportar el cereal a través del ferrocarril y rentabilizar todos los recursos al alcance del grupo para ser más competitivos. 

De esta manera, la compañía Octaviano Palomo completará la entrada y salida de cereal y demás productos con los que trabaja en camiones con el transporte en tren, una opción que también supondrá, según la empresa, un abaratamiento de los precios respecto a la salida por carretera, que en los últimos meses ha disparado los costes debido al incremento de la gasolina.

En este sentido, Ángel Cruz, gerente del silo, explica que la intención es utilizar el transporte ferroviario para los portes, tanto de entrada como de salida, en mercados que disten de Pancorbo más de 250 kilómetros. Es a partir de esa distancia cuando se entiende que el tren es competitivo, por lo que se prevé su uso para los destinos a Zaragoza y hacia el mediterráneo, sobre todo a Cataluña, y al sur del país.

En el proyecto de mejora de la infraestructura ferroviaria el grupo segoviano ha invertido 150.000 euros. Las obras, adjudicadas a la empresa asturiana Maquisaba, comenzaron el pasado mes de septiembre y acabaron la semana pasadas. Cruz reconoce que se han dilatado en el tiempo algo más de lo previsto, debido a los problemas de suministro de materiales que se han acumulado los últimos meses en todo el país, incidiendo de forma especial en el sector de la construcción.

La vía propia del silo de Pancorbo cuenta con dos ramales de 200 metros cada uno que entroncan con la vía convencional del Renfe. 

Las mejoras en esos tramos han consistido fundamentalmente en  el cambio de la mitad de las traviesas de madera de la vía que estaban muy deterioradas e, incluso, podridas, por el paso del tiempo y los efectos de la climatología. Otra de las actuaciones se ha centrado en la sustitución de los propios cambios, es decir, los pasos de una vía a otra. Esta infraestructura de hierro estaba desgastada por la falta de mantenimiento, explica el gerente del silo, lo que hacia necesaria la sustitución completa de todas esas traviesas internas bajo los raíles, que tienen una longitud de 4 metros. Estas son las que más sufren el movimiento de las tolvas de ferrocarril por esos cambios de sentido, añade Ángel. 

Por otra parte, se ha demolido la báscula que se ubicaba a la entrada de las vías ferroviarias y donde antiguamente se pesaban los vagones del tren. Actualmente estaba casi hundida, por lo que se han retirado sus restos y en su lugar se ha dejado una cimentación y se han añadido unos tramos de vías para unir a las existentes. El gerente del almacén explica que no era necesario reconstruir esas báscula, porque el silo ya tiene la suya propia en el interior. 

Mercado inestable. Con una capacidad de 30.000 toneladas, la mala campaña de este año ha repercutido en el cereal acumulado en el silo, con apenas 6.000 toneladas, a las que hay que añadir las 15.000 que se han repartido en las 5 naves construidas. La merma de producción también tiene consecuencias en la situación del mercado cerealista, con poco movimiento en estos momentos. En este sentido, Ángel Cruz afirma que aunque el vial está operativo y a la espera de realizar las operaciones por tren que puedan surgir a partir de ahora, cree que no estará en su máximo rendimiento hasta la próxima campaña.