Un último recuerdo para la fábrica de las bañeras de nácar

GUILLERMO ARCE / Burgos
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Levantadas hace 56 años, en los comienzos del Polo de Promoción y Desarrollo, las naves verdes de Metalibérica desaparecen para dejar paso al complejo logístico de VGPPark Burgos

El pasado mes de mayo comenzó el desmantelamiento de las naves industriales de Metalibérica en La Ventilla, una de las firmas históricas del Polo de Promoción en el polígono de Gamonal. - Foto: Alberto Rodrigo

Metalibérica, una de las ilustres de la industria burgalesa contemporánea, ha quedado reducida a un montón de escombros y polvo. Nada recuerda a orillas de la carretera de Logroño, en La Ventilla, al que fue el mayor fabricante de bañeras esmaltadas de España, empresa pionera del Polo de Promoción y Desarrollo y lugar de trabajo y prosperidad para cientos de familias burgalesas. El futuro parque logístico del gigante belga VGP, que entrará en funcionamiento a partir del próximo año,pone fin a una gran historia industrial de 56 años que merece un último recuerdo.

Metalibérica comenzó su actividad en Burgos en el año 1967, tras dos años de obras. Fue la primera empresa que inició en España la fabricación de las populares bañeras esmaltadas y, en apenas dos años de actividad, se convirtió en el mayor fabricante de este sanitario, indispensable en los cientos de miles de viviendas y apartamentos turísticos que se construyeron en aquella época. 

El primer año salieron 25.000 unidades de Burgos; el segundo 61.000; el tercero 63.000; el cuarto, 95.000... 

Eran bañeras de una gran calidad, rezaba la publicidad de la marca, con formas nuevas y funcionales; con asas y un faldón de revestimiento incorporado; de cualquier color; con o sin grifería incorporada y con soportes metálicos o de hormigón listos para instalar en cualquier baño.

Estamos ante uno de los proyectos industriales más ambiciosos del Polo. Una inversión de 247 millones de pesetas de la época (1,5 millones de euros al cambio actual) y la creación de 157 puestos de trabajo. La factoría del kilómetro 6 de la carretera de Logroño, que ocupó en sus orígenes más de 8.000 metros cuadrados, se diseñó para fabricar 250.000 bañeras de embutición bajo una patente austriaca.

Burgos abasteció al mercado nacional y también a países de Centro y Sudamérica. En sus buenos tiempos, sus productos se vendieron en más de 45 destinos. 

El fabricante de las bañeras de la marca 'Nácar' fue originariamente de capital suizo y en su accionariado participó el Banco Occidental, Kelvinator y varios grupos industriales españoles.

lucha obrera. A lo largo del tiempo, las plantillas de Metalibérica protagonizaron varias movilizaciones exigiendo mejoras salariales y firmando alguno de los hitos en la historia del sindicalismo local. Fue una empresa pujante y con beneficios hasta finales del pasado siglo, cuando se empezaron a suceder diferentes crisis vinculadas a despidos colectivos, deudas, solicitudes de concurso de acreedores y algunas denuncias judiciales entre los diferentes socios. 

La apertura de una filial en Chile y el traslado de la producción fue argumentada por muchos trabajadores como el principio del fin de la histórica empresa.

El final de la trayectoria se sitúa en el día 28 de marzo de 2012, cuando la compañía remite la carta de despido al medio centenar de trabajadores que aún quedaban en producción, en la que les anunciaba que las máquinas pararían a lo largo de los próximos días.

El cierre ya se comunicó oficiosamente a finales del verano de 2011, cuando arreciaba con toda su intensidad la crisis de la construcción. Desde entonces se sucedieron movilizaciones en la carretera de Logroño, a las puertas de la fábrica, y también por las calles de la ciudad. Hasta Mariano Rajoy, entonces presidente del Gobierno, conoció en persona la situación por la que atravesaron los últimos de Metalibérica, muchos de ellos veteranos que empezaron fabricando bañeras a mediados de los 70.

Triste final para una gran empresa. Metalibérica ha permanecido cerrada y sin actividad durante la última década. Los árboles y la maleza han ido cubriendo un emplazamiento industrial que mantiene las mismas virtudes que a mediados de los 60: junto a la N-120, la circunvalación de la ciudad y el Centro de Actividades Económicas (CAE). La logística del siglo XXI ocupará el espacio de uno de los pioneros del Polo.