El fútbol arandino tendrá su primera representante en la Liga Finetwork, la máxima categoría femenina. La ribereña Carla Andrés, jugadora del Eibar, puede presumir de seguir la estela de otras burgalesas como la mirandesa de la Real Sociedad, Adriana Nanclares. La joven zaguera ha sido una de las piezas clave en los esquemas de Yeray Martín y ha vivido una temporada cargada de aprendizajes en la categoría de plata.
En forma de fiesta concluyó la ardua pugna por el ascenso directo. El segundo puesto (el filial del Barcelona no puede ascender) garantizó a las eibarresas su regreso a la Liga F. Una alegría que todavía colea en el corazón de Carla. "Todavía sigo en una nube. Creo que hasta que no empiece la pretemporada no seremos conscientes de lo que hemos conseguido", explica con una sonrisa. Sin embargo, el tramo final de ruta no resultó nada sencillo. Cuatro empates en los últimos seis partidos propiciaron una lucha a cuatro bandas por el segundo puesto. "Sabíamos que cada punto nos acercaba al objetivo, no dejamos de trabajar de la misma manera".
Esta lucha tan ardua se mantuvo hasta el último segundo de la última jornada. De manera inesperada, un 0-0 ante el Granada resultó suficiente para conseguir la hazaña. Un resultado engañoso, por lo que las vascas buscaron de evadirse de los resultados ajenos. "Trataron de no informarnos del resto de partidos para centrarnos en el nuestro. Pero sí que es verdad que a partir del minuto 80 nos dijeron que todo iba bien", rememora.
Una vez sonó el silbato y el posterior minuto de espera para confirmar la resolución del resto de choques, llegaron las lágrimas mágicas: las de la alegría. "Me desplomé y no podía parar de llorar. No había manera. De las primeras cosas que hice fue llamar a mis padres a lágrima viva".
Ahora, con perspectiva, no duda a la hora de elegir el ingrediente secreto que ha llevado al equipo hasta este momento histórico: la unión interna. "Hemos formado un equipazo. Dentro y fuera del campo nos hemos ayudado mucho". Tampoco deja atrás su autocrítica individual. "Estas emociones te ayudan a mejorar mucho a nivel mental. A nivel táctico también he aprendido a adaptarme a nuevas formaciones", confiesa.
Respecto a su futuro inmediato, Carla lo tiene claro. Quiere seguir de azulgrana y ya ha firmado su renovación hasta 2025. "Estoy muy cómoda en la ciudad y quiero disfrutar de la Liga F con esta camiseta".
Con el ansia propia de un posible debut, Carla ya cuenta los días para que regrese la competición liguera. "Es un sueño poderte enfrentar a las mejores. Es imposible no ilusionarse". Aunque reafirma su deseo de medirse a todos los equipos, no puede evitar sonreír cuando escucha dos nombres en concreto: FC Barcelona y Alexia Putellas.
La historia de la futbolista burgalesa ya escribe con letras de oro el nombre de Aranda de Duero y el mundo del deporte. Carla Andrés emerge como una referencia consolidada para las jóvenes futbolistas, que ya aprietan desde las categorías inferiores al igual que lo hizo Carla unos años atrás.