Gabasa invierte 4,5 millones en ampliar su nave y crear empleo

L.M. / Burgos
-

La firma familiar, especializada en el corte y plegado de chapa, facturará 10 millones con las mejoras previstas en sus instalaciones de Burgos Este

Pablo es la segunda generación de la familia Arguinzóniz al frente de Gabasa tras jubilarse su padre. - Foto: Jesús J. Matías

A los tres meses de ponerse los hermanos Pablo y Diego Arguinzóniz al frente de Gabasa, la empresa que fundó su padre José Luis décadas atrás, estalló la pandemia. La jubilación de su progenitor en 2020 les pilló preparados -llevaban diez años trabajando en distintos departamentos- aunque no para una catástrofe económica de la magnitud de la crisis de la covid-19.

Pese a todas las adversidades a las que se tuvieron -y tienen- que enfrentar en el día a día, Gabasa puede presumir hoy de una posición económica estable y lo que es más importante, un futuro prometedor. Entre 2022 y 2024 la compañía, especializada en corte y plegado de chapa, comprometerá 4,5 millones en seguir impulsando su actividad, optimizar sus procesos y seguir creciendo desde el polígono Burgos-Este.

«Invertimos en maquinaria buscando la eficiencia energética y la mejora de la productividad», explica Pablo Arguinzóniz. Hace un par de años adquirieron un láser que les permite incrementar de forma notable sus rendimientos, mientras que este ejercicio han comprado una plegadora. A esta inyección económica, que ronda los 2 millones de euros, se suma otra de 1,5 millones apoyada en los Fondos Next Generation de la Unión Europea que les permitirá instalar nuevas líneas de producción de corte y plegado de chapa. Aunque a menor escala, también han tratado de 'combatir' el incremento disparatado de costes energéticos a través de la instalación de paneles fotovoltaicos.

La compra de moderna maquinaria absorbe buena parte de las inversiones.La compra de moderna maquinaria absorbe buena parte de las inversiones. - Foto: Jesús J. Matías

Invertimos en maquinaria buscando la eficiencia energética y la mejora de la productividad»

«Conlleva una inversión y un riesgo, pero somos jóvenes, llevamos cuatro años al frente de la compañía y queremos dinamizar y llevar Gabasa, una empresa referente dentro del corte y plegado en Castilla y León, más lejos», expresa Arguinzóniz. La treintena de trabajadores que acuden a diario a sus instalaciones serán dentro de unos meses 5 más. Parte de ese aumento de plantilla servirá para ocupar los 3.500 nuevos metros cuadrados que quieren habilitar. En 2016, aún con su padre al frente de la firma, invirtieron 3 millones en la compra de 6.000 metros cuadrados anexos a su nave.

Hasta ahora solo habían habilitado una parte de ellos -algo menos de la mitad- mientras que cuando reciban la correspondiente licencia acondicionarán el resto para albergar oficinas, un puente grúa y nuevas máquinas. «Queremos que a lo largo del año que viene estén ya operativas», adelanta. Este otro millón que aportarán se suma a los otros 3,5 hasta completar los 4,5 que pondrán sobre la mesa entre 2022 y 2024.

Las inversiones empiezan ya a dar sus frutos, y prueba de ello es el aumento de la facturación de Gabasa, alrededor de un 40%, desde que pusieron en marcha el láser. «Vemos que tiene un retorno, y eso nos ayuda a seguir», indica Arguinzóniz. En 2022 lograron cerrar el ejercicio económico en los 7 millones de ingresos, mientras que la previsión para este en curso rondará los 8. No obstante, se han fijado como meta alcanzar el doble dígito, los 10 millones, cuando todas estas operaciones ahora sobre el papel o en marcha fructifiquen.

Aunque la inversión conlleva un riesgo, somos jóvenes y queremos dinamizar Gabasa»

Además de clientes en Burgos y Castilla y León, la compañía familiar cuenta con contratos en vigor en comunidades como Aragón, País Vasco, Asturias, Cantabria o Navarra. «Tanto Diego como yo (Pablo) tenemos muy claro que si no nos movemos, la evolución tecnológica del sector del metal, especialmente del corte y del plegado de chapa, nos va a pasar por encima», reconoce uno de los dos gerentes, que precisan la dificultad que están teniendo -como todas las empresas- para encontrar ciertos perfiles profesionales, especialmente para cuestiones laborales más técnicas.