La Policía Local lleva tiempo haciendo un control exhaustivo de todas las tarjetas reservadas para personas con movilidad reducida. Algunos de los casos incluso los ha llegado a judicializar al ser una infracción muy grave que, administrativamente, está castigada con multas de 3.000 euros. Fotocopias, utilizaciones de permisos de familiares de manera fraudulenta, licencias caducadas... y de fallecidos.
Este último fue el caso detectado el pasado lunes. Un conductor aparcó el vehículo en una plaza reservada con una autorización especial concedida a su pareja, que había perecido hacía meses.
Agentes del cuerpo municipal detectaron el turismo aparcado en una plaza reservada para personas con movilidad reducida en el entorno del Estadio Municipal El Plantío durante el encuentro que enfrentaba al Burgos contra el Villarreal B. Al comprobar la licencia para poder estacionar, comprobaron que llevaba ocho meses caducada.
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