Por primera vez desde el comienzo de la pandemia, el HUBU cierra un ejercicio con mejores datos de lista de espera quirúrgica que el año anterior. Ocurrió en 2022, cuando había 5.515 personas con fecha para entrar en quirófano y otras mil con indicación de cirugía, pero sin saber con certeza cuándo (tanto por deseo de aplazamiento por parte del paciente como por decisión médica u otras causas). En sendos supuestos el descenso ronda el 20% con respecto a la misma fecha de 2021, pero esta reducción sigue siendo insuficiente para que la situación vuelva a ser como antes de la pandemia. De hecho, el HUBU está todavía lejos de conseguir las cifras de finales de 2019, que entonces ya no eran buenas. Es decir, todavía hay un amplio margen de mejora, aunque varias especialidades quirúrgicas ya tienen menos acumulación y/o menos demora media de la registrada entonces.
En este punto, en el del tiempo que esperan, de media, los pacientes para entrar en quirófano es en el que mejores resultados ha conseguido el complejo asistencial de la capital; también porque el punto de partida era muy malo. En todo caso, ha cumplido los objetivos fijados por Sacyl al conseguir rebajar en 38 días la demora media con respecto a finales de 2021 (se pasa de 201 a 163 días) y en 28 con respecto al pasado junio, cuando el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, avanzó que esta media iba a caer en, al menos, 21 días. El HUBU lo ha conseguido, pero, de nuevo, si se compara con la situación previa a la pandemia, se constata que aún se está lejos de recuperar aquella situación, dato que a finales de 2019 los pacientes esperaban una media de 137 días para operarse (cuatro meses y medio) y, ahora, 163 (casi un mes más).
En lo que no solo no ha habido atisbo de mejora, sino un empeoramiento sustancial es en lo relativo a las listas para una primera consulta: 41.703 personas acumuladas en el HUBU. Es un nuevo máximo histórico.
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