La mayor subida salarial desde 2012 no salva la inflación

L.M. / Burgos
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Las nóminas pactadas crecen un 2,95% hasta marzo, un alza insólita desde hace más de una década que los empleados ven «insuficiente». El pacto que firmado por la patronal y sindicatos las eleva al 4%

El sindicato CCOO asegura que la cesta de la compra se ha encarecido un 16% en Burgos en el último año. - Foto: Luis López Araico

Hay que remontarse hasta el 2012 para encontrar un primer trimestre con una subida salarial firmada en convenio tan alta como la del presente ejercicio. El incremento de las nóminas en los tres meses iniciales del 2023 alcanza ya el 2,95%, una marca inédita, pero que a juicio de los representantes de los trabajadores es «claramente insuficiente». 

Por poner en contexto, el alza en ese mismo periodo del 2022 fue de apenas un 1,37%, mientras que en 2012 alcanzó el 3,15%. Más de 37.700 burgaleses se han beneficiado este curso en la provincia de la negociación colectiva de sus convenios, que pretenden combatir la acuciante inflación que golpea a las familias y a la economía. El IPC, aunque moderado, lleva meses en cotas muy altas que incluso le llevaron al doble dígito el pasado mes de julio.

«La situación actual no tiene nada que ver con la del 2012», denuncia Juan Núñez, secretario provincial de CCOO. Pone énfasis en el encarecimiento de la vida, con el ejemplo de la cesta de la compra, cuyo precio se ha disparado un 16%. «Hay productos que incluso superan ese porcentaje. Es insostenible», indica. Ramiro Marijuán, uno de los hombres implicados en la negociación de las condiciones laborales de los burgaleses que se trabajan en la industria, apunta que esa subida «lo que refleja es la escalada de la inflación que los gobiernos no consiguen frenar y que está haciendo que los trabajadores sean cada vez más pobres». El secretario provincial de UGT-FICA lamenta que, por contra, las compañías «sí pueden repercutir el alza de la inflación» en sus productos finales.

La subida del 2,95% que registra el Ministerio de Trabajo en Burgos hasta marzo se queda, por contra, algo más de un punto por debajo de la acordada entre sindicatos y patronal a nivel nacional. La recomendación, que rubricaron ambas partes esta semana, fija un incremento de las nóminas del 4% para este 2023, mientras que en 2024 y 2025 los salarios tendrán como marca una subida del 3% en cada uno de esos respectivos ejercicios. Es más, Burgos no es un caso raro, ya que la inmensa mayoría de las provincias anotan alzas de las nóminas inferiores a lo pactado entre UGT, CCOO, CEOE y Cepyme.

«Para que se refuerce el consumo y el ciclo económico se reactive necesitamos subir salarios a la par o por encima de la inflación», sostiene Marijuán. Núñez celebra que el acuerdo a nivel nacional supone «un síntoma de buenas perspectivas» al estar rubricado por los empresarios. «Queda la pelea, el debate y la negociación en cada centro de trabajo, pero es un punto de partida positivo», sentencia.

Por encima... y por debajo. Tan solo Córdoba, Zaragoza, Salamanca, Ourense, Navarra, Vizcaya y Guipúzcoa registran aumentos en el primer trimestre por encima de ese ansiado 4%. Donde más aumentan las retribuciones es en territorio salmantino con un espectacular 7,45%, mientras que, por contra, en Cuenca lo hacen un tímido 1,63%.

En el conjunto de Castilla y León, el Ministerio de Trabajo registra una subida media de los salarios hasta marzo del 3,58%. En España ese porcentaje se reduce algo hasta el 3,06%, a un punto de las recomendaciones que han fijado los agentes sociales y la patronal.