Para muchas personas la hora de las comidas se ha convertido en un ritual. Además de los tradicionales, primer plato, segundo y postre tienen que organizar todas las pastillas, sobre o gotas que tienen que tomar para sus distintas dolecinas. Unas antes, otras después, otras en medio... Ya de por sí, puede ser un quebradero de cabeza, cuánto más para algunas personas mayores a las que la memoria les puede jugar malas pasadas.  Por ese motivo, el Colegio de Farmacéuticos de Castilla y León va a poner en marcha a partir del lunes un nuevo servicio de personalización de dosis.

 

El programa comenzará en más de la mitad de las farmacias de la comunidad con la idea de extenderlo progresivamente. En la práctica es sencillo, el farmacéutico organiza semanalmente las pastillas que se tiene que tomar cada paciente, siguiendo las indicaciones médicas y distribuye las dosis en un gran ‘pastillero’ especial para facilitar la labor del usuario, que no tiene que recordar si a la comida tocan las verdes y las blancas, o las rojas y las amarillas. Simplemente sacar las dosis incluidas, tomarlas y a otra cosa. El blíster está diseñado con aluminio para que los medicamentos mantengan intactas sus características.

 

El sistema no es nuevo. Ya funciona desde hace años en otros países y comunidades autónomas. Cataluña y el País Vasco fueron pioneras y progresivamente se han sumado Navarra, Andalucía, Extremadura o Murcia. La experienccia en estos territorios en los que se ha implantado ha movido al Consejo de Colegios de Farmacéuticos de Castilla y León a implantarlo también en la Comunidad. 

 

El presidente regional de los farmacéuticos, Jesús Aguilar, destacó como principal ventaja la mejora de la adherencia a los tratamientos. Esto es, que los pacientes no dejen de tomarse las medicinas con la regularidad establecida, que en algunos casos puede derivar en futuros problemas de salud más graves.  

 

Un Euro diario. El farmacéutico tendrá que pedir al paciente la pauta de su tratamiento o que le explique cómo toma los fármacos. Con esa información, se revisan los tratamientos por si hubiera alguna incompatibilidad no detectada y se rellena el blíster, previsto para un solo uso con las pastillas que correspondan. 

 

De esta forma, se busca reducir los olvidos y los errores, lo que según Aguilar permitirá al sistema de salud ahorrar recursos. De momento este servicio tendrá que ser sufragado por el usuario -el coste lo fija cada farmacia aunque como referencia se ha marcado un euro diario sin incluir los medicamentos-, pero el Consejo de Farmacéuticos tiene previsto ofrecer a Sacyl la posibilidad de que financie el sistema.

Serán, en total, 826 farmacias las que ofrecerán este nuevo sistema personalizado de dosificación de medicamentos, en el que participarán cerca de 1.400 profesionales.

 

De momento, este servicio profesional remunerado, que no tiene marcado hasta el momento un precio de referencia, y que se prestará de acuerdo a un protocolo se ofrecerá en un total de 73 oficinas de farmacia y 119 boticarios de Ávila; en 82 y 179 boticarios de la provincia de Burgos; en 182 y 200 boticarios de León; en 44 y 89 boticarios de Palencia; en 47 y 163 de Salamanca; en 45 y 115 boticarios de Segovia; en 49 y 73 boticarios de Soria; en 192 y 313 boticarios de Valladolid y en 102 y 141 boticarios de Zamora.