Ciudad Europea del Vino: punto final con ánimo de continuidad

L.N.
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Aranda cede el testigo de Ciudad Europea del Vino a la región portuguesa del Duero en una gala donde se marcó el compromiso de seguir trabajando para potenciar el enoturismo y atraer visitantes de todas las partes del mundo

Ciudad Europea del Vino: punto final con ánimo de continuidad - Foto: Valdivielso

No es el final, sino un punto y seguido. Con esta filosofía, Aranda de Duero se despidió ayer de su distinción como Ciudad Europea del Vino. Lo hizo con una gala institucional que congregó a multitud de representantes políticos de todos los colores, empresarios y bodegueros y de la que salió el compromiso por parte del Consistorio de la capital ribereña de continuar trabajando en esta senda y así aprovechar el potencial del enoturismo. "No estamos tristes ni nostálgicos, Aranda siempre será ciudad europea del vino", defendió la alcaldesa, Raquel González, quien aseguró que afronta el futuro "con gran ilusión" y el objetivo de atraer visitantes de todas las partes del mundo. A su juicio, si algo se ha logrado con esta distinción, otorgada antes de la pandemia, es "la consolidación de Aranda como destino enoturístico de primer nivel".

A partir de ahora, toca seguir regando esa "pequeña gran semilla" que se ha plantado en la Ribera del Duero con este nombramiento europeo y continuar sumando fuerzas. Así se pronunció la presidenta de la Red Europea de Ciudades del Vino, Rosa Melchor, y así parece que será. Porque en 2023 la intención del Consistorio pasa por mantener los clásicos Premios Envero o las visitas teatralizadas a las bodegas subterráneas que horadan el casco histórico de la ciudad ribereña y repetir otros que se pusieron en marcha con motivo de la capitalidad europea, desde los viernes de música en las bodegas o el recital de poesía Riversos. Ahora bien, en el aire quedan otros tantos actos que se anunciaron a bombo y platillo pero no se han llegado a celebrar, desde la feria Gastroduero, la iluminación del Duero para simular que es un río de vino o la señalización de las zarceras.

Sea como fuere, a partir de ahora la región portuguesa del Duero, que aglutina a 19 municipios, toma el relevo. El destino, como subrayó Melchor, ha querido que el testigo llegue en volandas por sus aguas. Y en Portugal están dispuestos a aprovechar la relevancia del Duero como un río de vino, "con diferentes identidades a lo largo de su recorrido pero una misma cultural", como remarcó Francisco Lopes, en representación de la delegación portuguesa, que recaló en la Finca Torremilanos, donde se celebró el evento, con algunos de sus vinos espumosos y aceite de oliva.

El acto, donde tuvo gran protagonismo la dulzaina de Samuel Brogeras, con Juan Carlos de la Fuente a la guitarra y María Vallejo de danzaora, contó con la presencia de un sinfín de alcaldes de la comarca, el presidente de la Denominación de Origen Ribera del Duero y el de la Ruta del Vino, entre otros. Todos coincidieron: "Unidos se consigue mucho más".

Sector clave. Finalmente, el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, no dudó en apuntar la cantidad de acuerdos que se han forjado en torno a un buen vino y subrayó el papel clave que desempeña: "Sin duda, un generador de riqueza".