Alejandro Sarmiento

Cuerpo a tierra

Alejandro Sarmiento


Estamos a tiempo

06/07/2023

Aprendí de la metodología de LeCoq la cualidad del movimiento, lo que despertó más en mí el instinto de observar lo naturalmente peculiar en los otros y en sus comportamientos, no sólo en escena, sino en la vida cotidiana. Reza la frase hecha, y hecha en especial de sentido común, que a veces los árboles dificultan o aún por completo velan la visión del bosque. Procuraré tener muy en cuenta esta escarmentada sentencia en las líneas que siguen a propósito de la Capitalidad Cultural apuesta mayúscula en la historia grande de cualquier ciudad. 

¿Qué es lo esencial? Meridiano resulta, el proyecto de resituar la ciudad de Burgos en el lugar de privilegio que por historia, patrimonio y empuje le corresponde. Lo hemos vivido virtuosamente hace muy poco tiempo con el VIII Centenario de la Catedral. Se trata de concentrar como tradición una ciudad volcada en el mundo de la cultura, definitivamente consolidada como ciudad de los orígenes del hombre y del español. Legendaria y de actualizada solera en el mundo y corazón decisivo de fecundos latidos del español sin fronteras. Burgos no puede ser una vez más una estrella fugaz en el firmamento de las celebraciones sino ocasión de partida para renovados impulsos, en concreto conseguir que Burgos sea esa Málaga del Norte, -aunque en Málaga tomen nota- acaba de coger las riendas del área de cultura, Doña Mariana Pineda -hasta hace nada directora general de la Fábrica, una de las mayores agencias culturales de nuestro país. 

A juzgar por cuanto se viene escuchando en más de un negociado, se ha pecado de autismo. Autismo con despacho en el Fórum de lujo, con telescopio de miserias y acólitos huérfanos de señor. En el colmo de la extravagancia, disfrazada de servilismo, los ingenios correspondientes han perpetrado el invento de trasmutar ideas trilladas y vencidas en vino nuevo. 

La casualidad no es la mejor de las musas y algún día supongo se dará en la diana. El proyecto es infinito y algunos quieren encerrarlo en una botellita marrón de agua con fango y convencernos que es así como debe de ser, ahogados en su propia sed. No hay mayor mentira que la verdad mal entendida. En fin, ya lo advirtió Jardiel Poncela, en la vida humana solo unos pocos sueños se cumplen, la gran mayoría se roncan. Aún estamos a tiempo.