Villalibado 'aparca' la venta para apostar por las bodas

I.P. / Burgos
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La familia propietaria del complejo de turismo rural de esa pedanía de Villadiego se asocia con una empresa leonesa de catering y construirá un nuevo restaurante para dar servicio a 200 comensales

El comedor actual tiene capacidad para 85 personas, por lo que se construirá un nuevo salón y cocina para prestar mejor servicio y llegar a más clientes. - Foto: Valdivielso

La venta del complejo de turismo rural de Villalibado puede esperar. La familia que ha hecho el 'milagro' de resucitar este pueblo en ruinas no tiene prisa. Sigue disponible en la comercializadora inmobiliaria para quien quiera desembolsar 4 millones de euros y si llega una oferta, la familia Ansótegui, su propietaria, la estudiaría, asegura uno de los hermanos, Juan, el más involucrado en el proyecto de reconstrucción esta pedanía de Villadiego, cuyos inmuebles ha ayudado a levantar desde hace más de 16 años con sus manos, pero sobre todo, con su ilusión.

Pero mientras llega ese momento, continúan las inversiones para sacar adelante nuevas iniciativas en Villalibado. Ansótegui asegura que, sin desistir de la venta, sí se puede decir que se 'aparca' la idea y, sobre todo, que apuestan firmemente por «crecer» al calor de un sector en auge, el de las celebraciones de bodas. Juan Ansótegui reconoce que han estado ahí, «en tierra de nadie» porque a pesar de lo grande del complejo turístico, el local del restaurante era pequeño para bodas, pero finalmente, han apostado «por el crecimiento».

Tanto es así que los hemanos Ansótegui han solicitado al Ayuntamiento de Villadiego un cambio de uso excepcional de suelo rústico y licencia urbanística para la ampliación del alojamiento rural, proceso que en esos momentos está a exposición pública. El objetivo es levantar junto al actual restaurante, que tiene una capacidad en torno a 85 comensales, un nuevo salón que tendrá en torno a 300 metros cuadrados y podrá acoger en torno a 200 personas. Además, se completará con nueva cocina y remodelación de las actuales instalaciones de hostelería, de tal manera que el comedor actual podría reconvertirse en salón de baile, explica Juan Ansótegui.

El complejo cuenta con una decena de casas rurales, hotel, cocina, torreón, piscinas y pista de pádel. El complejo cuenta con una decena de casas rurales, hotel, cocina, torreón, piscinas y pista de pádel. - Foto: Valdivielso

El proyecto nace de las nuevas necesidades, tras asociarse la familia con una empresa leonesa, concretamente radicada en Ponferrada, y especializada en la celebración de bodas, con una media de 80 y 90. El mercado de Cat&Rest, que así se denomina la empresa, se centra actualmente en su territorio más cercano, pero que ahora pretende ampliar, de tal manera que ha encontrado en Villalibado el lugar ideal para expandir su negocio, reconoce Ansótegui, que puntualiza que la inversión la hará la familia, pero que el nuevo restaurante lo gestionaría la empresa de Ponferrada, que también se encargará de la promoción, mientras que ellos seguirán al frente de los alojamientos turísticos.

«La idea de centrarnos en los negocios de boda nos rondaba y a esta compañía le ha gustado nuestro planteamiento», reconoce Juan, que considera que con ese acuerdo pueden salir beneficiadas las dos partes, ya que las bodas suponen movilizar a cientos de personas durante muchos meses del año que llegan desde todos los puntos del país, por lo que necesitan alojamientos para todo el fin de semana del acontecimiento.

Por su parte, Cat&Rest considera viable que pueden crecer hacia Burgos, teniendo en cuenta, añade el propietario del complejo, que Villadiego está en un punto estratégico entre Asturias, el País Vasco y Madrid, sin olvidar la cercanía a las provincias de Castilla y León, donde la empresa de Ponferrada tiene un gran mercado de clientes.

Esta asociación con la empresa líder en la región en celebraciones de bodas y otros eventos es una primera 'operación' para crecer, pero Ansótegui explica que más adelante se quiere atraer también hasta Villalibado a empresas y apostar la celebración de congresos, lo que hasta ahora tampoco podían plantearse dadas las pequeñas dimensiones del restaurante-comedor.

En cuanto al resto de infraestructuras, de momento no se contempla su ampliación. Villalibado se ha levantado a lo largo de los últimos 17 años y cuenta con 10 casas rurales, un hotel con 13 habitaciones dobles; todo ello con capacidad para unas 70 plazas; un torreón de uso común para los clientes, el restaurante, piscinas y pistas de pádel, además de que se han mejorado todas las infraestructuras del pueblo, que tiene zonas ajardinadas, e incluso la iglesia.