«Los hombres podemos hablar horas sin tocar los sentimientos»

I.L.H. / Burgos
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José Luis García Pérez actúa, dirige y produce 'Amistad', la obra escrita por Juan Mayorga en la que tres amigos juegan a estar muertos para decirse toda la verdad. Sin límites ni filtros. El martes, en el Teatro Principal (20:30 h.)

De izda. a dcha: Daniel Albaladejo, Ginés García Millán y José Luis García Pérez interpretan el martes ‘Amistad’. - Foto: Javier Naval

El actor José Luis García Pérez es un apasionado de la historia y la arqueología y, por la parte que eso implica, de Burgos. Lo dice en todos los foros y da ejemplo, acudiendo el martes a la ciudad con toda su familia, aprovechando que representa en el Teatro Principal Amistad, un texto de Juan Mayorga que interpreta y dirige. «Burgos es especial para mí. No solo porque me encanta la provincia, es también por la devoción que siento por la prehistoria. Además, soy el rey Fernando I en la serie El Cid; algo se me habrá pegado», dice entre risas nada más entablar la conversación telefónica.

Esa afición que siente también por la arqueología le ha hecho visitar varias veces los yacimientos y el Museo de la Evolución Humana. Incluso ha sido invitado por la Fundación Atapuerca a excavar, una cita que reconoce pendiente: «La arqueología y la prehistoria son mi vocación. Luego se metió en medio la interpretación, y hasta hoy. Por eso tengo muchas ganas de acudir un verano a la campaña, aunque con esta profesión es complicado». Lo es oficiosamente, pero sin duda por estos méritos podría ser nombrado Embajador de Atapuerca. García Pérez aceptaría: «Me encantaría. Me postulo para ello».
Volvamos, de todos modos, a la obra de teatro con la que acude al Principal (20:30 horas). Lo hace la noche de los muertos, un martes y cuando le quedan  13 funciones para acabar la gira. Todo parece predestinado para entrar en el juego que se plantean los tres protagonistas (Ginés García Millán, José Luis García-Pérez y Daniel Albaladejo): imaginarse su funeral para que los otros dos digan lo que piensan del muerto.

Y dado que la obra comienza así, con uno de ellos en un ataúd, sorprende que se diga que es una comedia 'blanca': «Estoy de acuerdo a que con un cadáver no puede ser humor blanco. Lo que no hay en la función es ningún chiste. El único que hay es malísimo y se presenta como tal. Ahora, desde luego hay un punto de negrura en estos tres amigos que para evaluar su amistad juegan a estar muertos. Evidentemente te ríes. Pero hay mucho más que la risa o la sonrisa», subraya el actor, director y productor del espectáculo. 

Con el trío pasando por el mismo féretro, la obra menciona cada vez aquello de «era el mejor de los tres», que también podía haber sido el «se van los mejores». «Esa frase dice mucho. El texto es de Mayorga, por lo que hay una carga de profundidad en cada palabra. Yo creo que estos personajes, que cada uno tiene una quiebra emocional, un sueño no cumplido o una identidad no realizada, la única forma que han encontrado para decir la verdad es en un funeral. Y no solamente sobre el muerto. También para los vivos. Creo que tiene que ver con una generación masculina a la que le ha faltado decir muchas cosas. No han tenido la posibilidad o la habilidad de decirlo, o se han sentido presionados para no decir lo que pasa por su alma. Necesitan mucha parafernalia, tan grande como jugar a que están muertos», explica.

García Pérez reconoce en las mujeres una mayor facilidad «para abrir el corazón»: «Nosotros podemos pasarnos horas hablando de cualquier cosa sin tocar nuestros sentimientos. Aunque evidentemente eso está cambiando. Lo siento con mis hijos y con la gente joven. Y también siento que socialmente los hombres han estado presionados para lo contrario durante demasiado tiempo. Eso es innegable. Es una realidad aplastante. Y estos personajes, de alguna forma, han sido aplastados hasta hoy. Pero hoy se la juegan. Porque su amistad está en juego».

Sobre ese sentimiento, el actor cree que la clave está en saber acompañar y escuchar: «La mejor manera de saber quién está ahí cuando vienen mal dadas es estando tú».