El HUBUatendió el año pasado a 625 personas con diagnóstico de ictus, según datos oficiales de la Consejería de Sanidad. Es una cifra muy similar a la del 2021 (606) y superior a la del 2020 (520), aunque este último dato puede no corresponderse con la realidad, entonces monopolizada por la enfermedad del coronavirus. Qué sucederá en el 2023, si la situación se mantiene estable o no, se sabrá a finales de mayo del 2024, cuando la Gerencia Regional de Salud (Sacyl) cierra balances y considera definitivas las cifras oficiales del año previo. De momento, solo hay datos de los cinco primeros meses, cuando el HUBU trató 242 casos de ictus. Uno de estos pacientes es una persona menor de edad.

El 29 de octubre, se celebra el día de esta lesión cerebral grave y de dos tipos, en función de la causa: isquémico (se produce por una obstrucción arterial) o hemorrágico (lo provoca una rotura en los vasos sanguíneos). Los más frecuentes (más del 80%) son los que se desencadenan como consecuencia de la oclusión de una arteria. En lo que tampoco hay cambios es en que esta lesión es más habitual en hombres (54,7%) y, según Sacyl, también se da más en residentes en la ciudad (58%) que en los pueblos. Apesar del caso pediátrico que se ha registrado este año, la edad media oscila entre los 72 y los 75 años en los dos sexos. 

El día del ictus se conmemora, sobre todo, para concienciar acerca de la gravedad de esta lesión y de la importancia de conocer los síntomas para pedir ayuda de inmediato, lo cual facilita que se pueda tratar en un máximo de ocho horas desde que se desencadena. A partir de ahí, los tratamientos pierden eficacia o, directamente, no pueden aplicarse. 

Así, neurólogos especializados y otros expertos aprovechan para recordar que hay que acudir directamente a Urgencias en caso de notar una o varias señales: pérdida brusca de la visión (si se empieza a ver mal o a no ver), pérdida de fuerza o sensibilidad en un lado del cuerpo (parte de la cara, un brazo y/o una pierna), dificultad para hablar (no se puede articular palabra), si se produce un dolor de cabeza súbito y fortísimo desde el primer instante o, también, si se siente desequilibrio. 

Insisten en que hay que ir directamente a Urgencias y, nunca, en ningún caso, acostarse.