La preocupación ha vuelto a la Jefatura Provincial de Tráfico. Después de un verano tranquilo en cuanto a seguridad vial, el trágico balance del último trimestre del año ha obligado a encender todas las alarmas y a analizar las terribles cifras. Porque desde que finalizó la temporada estival, y con ella las sucesivas operaciones especiales, seis personas han perdido la vida en las carreteras burgalesas. Cinco de ellas, el último mes. Esto ha provocado que ya se haya superado la cifra de todo el 2023.
La tendencia ha sido preocupante a lo largo de los últimos años y no es algo que hayan ocultado desde la DirecciónGeneral de Tráfico. Es más, el propio ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anunció en primavera un gran plan de choque para luchar contra la siniestralidad vial. Más controles, más medios técnicos y más campañas de concienciación para insistir en mensajes contra conductas peligrosas al volante, especialmente las distracciones.
Pero, si bien en verano se registró la cifra de siniestralidad más baja de los últimos años, el global de 2024 está siendo igual o incluso más trágico. Hasta julio se contabilizó una media de un muerto al mes en las carreteras burgalesas. Desde septiembre, las cifras se han disparado. Especialmente en el último mes, cuando ha habido que lamentar la pérdida de cinco vidas. Las dos últimas, hace apenas una semana.
El pasado 24 de octubre, falleció una mujer tras una colisión frontal en la N-122, en Fuentecén. Otras cuatro personas resultaron heridas de gravedad. Apenas dos días más tarde, otra anciana de 87 años pereció en el término municipal de Llano de Bureba tras una salida de vía y posterior colisión contra un árbol del vehículo en el que viajaba. El décimo mes del año finalizó de la peor manera posible tras el fallecimiento en la N-623 de un transportista burgalés que se salió de la vía en Escalada.
Aún hubo que lamentar otras dos muertes más en apenas un mes. Las que se produjeron tras un brutal accidente el pasado viernes en la N-627, en el término municipal de Pedrosa de Valdelucio. Un camión invadió el carril contrario y chocó frontalmente contra una furgoneta. Falleció en el acto la conductora de esta última y, horas después, el transportista.
Más control. En estos momentos la DGT tiene contabilizados un total de 17 fallecidos en lo que va de año, uno más que en todo 2023 cuando aún quedan por delante dos momentos críticos como son el puente de la Inmaculada y la Navidad. Curiosamente, las últimas operaciones en la provincia han dejado claro que, más allá de incrementarse considerablemente las intensidades de tráfico, el número de incidencias es similar al de cualquier fin de semana. Y que los siniestro más graves se producen en días de diario y en carreteras conocidas por los conductores, sobre todo en convencionales.
La Jefatura Provincial de Tráfico ya puso el foco sobre esta cuestión tras el verano y anunció más controles en este tipo de vía para vigilar sobre todo las distracciones al volante. Principalmente porque la conclusión que se ha sacado es que, teniendo en cuenta que en la mitad de los accidentes los despistes pudieron estar detrás, los usuarios tienden a bajar la guardia en trayectos habituales donde no perciben riesgo real.
En este sentido, y esto es algo que ya figuraba dentro del plan de choque planteado por Interior, la intención es seguir incrementando los controles en vías secundarias, tanto con más radares como con patrullas de la Guardia Civil.