«Las chicas tienen un plus más de sacrificio y atención»

MÓNICA PURAS (SPC) / Burgos
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ENTREVISTA | Jairo de la Riva, entrenador del Nuestra Señora de Belén entre 2005 y 2007

Jairo de la Riva, entrenador del Nuestra Señora de Belén 2005-2007. - Foto: Patricia

Extensa es su lista como técnico y no demasiado larga la de jugador, aunque su pasión le viene de padre «al que le debo lo que sé», madre... y su esposa e hijos le siguen sus gustos. Con 18 años y siempre vistiendo la elástica del Groggys's Gamonal se lesiona. Ahí se visualiza ya en los banquillos como entrenador. Con 23 años ya entrenaba a juveniles y tiene voz en la selección provincial de Burgos. Luego entrena a la Arandina CFde Tercera, al Norma, al Burgos CF B. En 2005, Vidal Infante es cesado por malos resultados y Jairo de la Riva, sin saber casi ni el nombre de las chicas coge el testigo con ocho encuentros por delante en la Superliga. Descienden de categoría y la siguiente temporada en Segunda es para enmarcar, pero no consiguen volver a la cima, se queda a las puertas.

¿Cómo vivió ese salto de llevar a equipos de Tercera masculinos a una Superliga femenina?
Creí que el cambio iba a ser peor. La Superliga tenía un nivel considerable. Yo debuté con el Rayo Vallecano de la Ronaldinha y también estuve en el encuentro ante el Barcelona con Marigol, el Levante de María Pry...

Se decidió a coger el testigo a Vidal Infante en una situación delicada para el Nuestra Señora de Belén, ¿no?
Eso es. Intentamos mantenerlo. Quedaban ocho partidos y no lo conseguimos. No tuvimos opciones. En Segunda lo hicimos muy bien, pero yo decidí dejarlo. Estuve a punto de volver como coordinador. Siempre les he seguido. De hecho, mi hija juega en el Burgos CF.

¿Cómo fue su experiencia?
En el trato creo que sí tienes que tener un punto más de cuidado. Y creo que mis formas son buenas, porque no soy muy de gritar o chillar. Los entrenamientos eran iguales. La táctica enseñas lo mismo. Las chicas tienen un plus más de sacrificio y atención que los chicos, siempre piensan más en el grupo que los chicos que son más de pensar en sí mismos. Lo llevé muy bien. Incluso mi mujer hizo de delegada el segundo año por lo que me facilitaba las cosas con el vestuario. Un grato recuerdo. 

Algún nombre destacable...
Vero, Güemes, Naiara, Lara, Sonia, Moli. Ese año se fueron al Rayo y al Real Oviedo. Sin destacar a nadie. De 14, 15 años a duplicar la edad. Las gallegas eran veteranas y nosotras muy jóvenes. 

¿Es verdad que rozó el profesionalismo futbolístico?
A priori estás en Tercera División y parece que se ve más que el equipo femenino de Superliga, pero teníamos una serie de desplazamientos e instalaciones muy profesionales. Barcelona, Levante, Sevilla, Rayo Vallecano... Concentración, charla, hotel, viaje... Era más profesional que la Tercera División masculina de la que procedía. Y ahora aún más, claro. 

Nos quedamos con la miel en los labios cuando caímos contra el Arosa y nos impidió jugar el ascenso a Superliga»

¿Y Burgos también daba la talla ante esos gigantes?
Burgos ya tenía bastante experiencia en Superliga. Y la presidenta, Carolina Goicoechea, lo tenía muy bien estructurado. No se le valoraba como tal, pero estaba todo muy profesionalizado. 

¿Faltaba visibilidad?
No. A nivel local sí que había, pero no tanto a nivel nacional como ahora. Recuerdo en mi debut que nos hicieron un reportaje en El Plantío del diario 'As' antes de jugar por lo que la repercusión sí que la tenía.

¿Cómo encajó las goleadas?
En Levante nos metieron 10 porque se estaban jugando la Liga. Me dolía la cabeza porque cada vez que marcaban tocaban el himno.  

¿Algún recuerdo anecdótico?
El primer recuerdo que se me viene es que de fuera ves al Rayo Vallecano y a la Ronaldinha y no crees que hace nada y es la primera que coge la red, los balones y ayuda al equipo.  

En Segunda División volvieron las alegrías, ¿no?
Sí, en la Segunda División lo ganamos casi todo. Creo que solo perdimos tres enfrentamientos.

Algunas veces los padres no entienden que una chica puede jugar al fútbol mejor que un chico»

¿Alguna decepción?
Aquí contra el Arosa que nos jugábamos todo. Empatamos y fue un resultado bastante injusto. Nos quedamos con la miel en los labios. Si hubiéramos obtenido la victoria jugábamos el play off.  

¿Funcionaba la cantera?
Sí, sí. Había bastante cantera ya. Había infantiles, alevines y benjamines ya. La primera chica que entrena en un equipo mixto la entrené en infantiles yo fue Leticia Alonso, que hizo ficha con el Gamonal. Después ya jugó Moli en el Rayo Burgalés. 

¿Cómo es el entrenador-padre de una futbolista?
Lo primero ser padre. Es benjamín y no es de las de todo el día jugando. Ella va, entrena se lo pasa bien, juega y está súper contenta. Empezó en el Gamonal con niños, pero surgió la posibilidad de ir al Burgos y fue con otra amiga. 

¿Han desaparecido los tópicos machistas?
No. Soy padre de niño y niña. Quedan padres reacios de ¡cómo os van a ganar las chicas! Os ganan porque son más mayores. Parece mentira. No me gusta y lo he vivido. Puede ser su hija, sobrina, vecina... No sé si acabará esto algún día. No entienden que una chica puede ser mejor que un chico.

¿Qué fue lo que más le gustó de su etapa?
Que la gente estaba muy comprometida. En el último partido que era contra Ponferrada y ya no nos jugábamos nada porque íbamos a quedar segundas. Y no dieron nada por perdido y goleamos. Define la temporada. Ganábamos porque sí.

El Nuestra Señora de Belén estaba muy bien estructurado»

¿Por qué decide dejarlo?
Tenía otros intereses. Preferí dejar al equipo bien. 

¿Y desde entonces hasta hoy cuál ha sido su trayectoria?
Estuve con la selección de Castilla y León fuimos campeones con la selección UEFA Regiones de España y Europa, fui con la selección sub17 española a Turquía, que fue campeona de Europa, la de Canales, Thiago.. Luego en la Escuela Municipal, Racing Lermeño, Bupolsa, Burgos B, Burgos Promesas y ahora en la Deportiva y en la Escuela. 

¿Podría volver a dirigir un equipo femenino?
Sí, por supuesto. Nunca cierro las puertas.