Un histórico contra las cuerdas

DB / Burgos
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El Mirandés provocará el descenso matemático del Málaga en el caso de puntuar mañana en La Rosaleda. Los andaluces llevan un cuarto de siglo en el fútbol profesional

Raúl García, entre varios defensores del Málaga, que ganó 1-3 en Anduva en el duelo de ida. - Foto: Christian Castrillo

La última vez que el Málaga compitió en el fútbol modesto fue en la temporada 1997/98. Desde entonces, el conjunto blanquiazul no solo se ha movido entre Primera y Segunda División, sino que llegó a disputar unos cuartos de final de la Champions con Isco, Joaquín, Saviola y compañía. Sin embargo, en los últimos años, todo han sido problemas tanto deportivos como económicos y mañana podría certificarse su descenso a Primera RFEF en el caso de que el Mirandés consiga puntuar en La Rosaleda.

El conjunto de Joseba Etxeberria no viaja a la Costa del Sol de vacaciones, pero sí lo hace con la tranquilidad de tener la salvación asegurada. Todo lo contrario al ambiente de tensión que se vive en Málaga, donde son conscientes de que solo un milagro puede mantener a su equipo en la Liga SmartBank. Necesita ganar los tres partidos que le restan y que sus rivales directos -Sporting, Huesca y Racing- no puntúen.

Después de haber sufrido el curso pasado, los blanquiazules diseñaron un proyecto ambicioso para la presente temporada con jugadores de la talla de Rubén Castro o Fran Villalba. Una plantilla pensada para soñar incluso con el ascenso que se vio desde muy temprano abocada a luchar por la permanencia. Logró solo seis puntos en las 10 primeras jornadas y se colocó colista. Esa presión fue haciendo mella en un vestuario que ha tenido tres entrenadores a lo largo de la campaña y que solo hace unas semanas parece haberse despertado. Tal vez, demasiado tarde.

En las últimas 10 jornadas, el Málaga ha sumado 15 puntos, casi el 40% de los que acumula en su casillero a estas alturas.  Contando solo ese tramo de la temporada, los andaluces serían cuartos, un puesto más acorde a las expectativas generadas en verano. Sin embargo,  su última derrota en casa de la Ponferradina (2-0) puso fin a una racha de un empate y tres victorias que les habían hecho creer. Aunque no dependen de sí mismos, todavía no están descendidos de forma matemática, pero necesitan ganar sí o sí a un Mirandés que llega liberado, con los deberes hechos y que puede dar la puntilla a un histórico del fútbol español. 

Ambiente enrarecido. Además, la Grada de Animación del Málaga, con el apoyo de la Federación de Peñas Malaguistas, ha convocado una protesta para mañana, una hora antes del comienzo del partido ante el Mirandés, contra la gestión del club.