El Ayuntamiento de Aranda atesora una treintena de solares urbanos en los que se podrían desarrollar promociones de vivienda social o edificios dotacionales. Son, en su gran mayoría, cesiones de terreno que tienen que realizar los propietarios o promotores al desarrollar alguna construcción, por lo que muchas de estas parcelas urbanizables están en zonas como el barrio Allendeduero o el PRAU Centro Cívico, aunque también hay localizadas algunas propiedades en sitios tan céntricos como una en la calle Costanilla o el de la calle El Aceite 3 y 5, junto a la iglesia de Santa María, de la que se adquirió parte hace nueve años para crear un centro de recepción de visitantes, proyecto que quedó en el olvido.
Ahora, con la cesión por parte de la Junta de Castilla y León de la parcela junto al futuro nuevo hospital para construir entre 335 y 427 viviendas de protección oficial, todos estos solares seguirán esperando que se les dé un uso.
Además de este suelo urbano, también es propiedad del Ayuntamiento una parcela en el polígono industrial Prado Marina de 10.000 metros cuadrados que, según el precio actual de venta de estos terrenos, tendría un valor de unos 250.000 euros. A estas propiedades en forma de suelo, la capital ribereña suma en torno a 130 fincas rústicas diseminadas por todo el término municipal. «Las hay muy pequeñas, la más grande y apta para su labranza es una de 10 hectáreas, pero que no se está trabajando, aunque la cifra final la tenemos que depurar porque hay que ir comprobando finca por finca, porque hay algunas que no nos constan porque están ocupadas por alguien», explica el técnico que se está encargado de ultimar el inventario municipal de bienes.
Este trabajo viene a corregir todos los errores y omisiones que se cometieron en el borrador encargado a una empresa en 2016. «Estamos utilizando las fichas que nos hicieron para actualizarlas o crear las nuevas, pero también tengo como referencia los inventarios que se hicieron en 1963 y en 1980», apunta este técnico, que prevé que los documentos estén listos para poderlos presentar la próxima semana en una comisión informativa «a falta de los bienes muebles y los vehículos», puntualiza.
Caminos y edificios. Entre las propiedades del Ayuntamiento arandino también hay 72 espacios libres públicos, que son aquellos parques de juegos o zonas verdes que se reparten por toda la ciudad. Aunque la cifra más abultada de propiedades se encuentra en el epígrafe de edificaciones, con 213 inventariadas. «Es un dato engañoso, porque ahí están incluidas las casetas de bombeo de agua o las más de 90 plazas de aparcamiento que hay en el garaje del edificio de Orfeón Arandino, que es de la Junta, pero los aparcamientos están a nombre del Ayuntamiento», aclara el encargado de ultimar este inventario de bienes municipales.
En los siete años que han pasado del intento fallido de actualizar el inventario municipal, pocas han sido las variaciones en la situación registral de los inmuebles del Ayuntamiento, más allá de sumar ocho construcciones al total. En torno al 80% de los bienes inmuebles siguen sin estar a nombre del Consistorio arandino. «En el Registro de la Propiedad necesitamos un título o, en su defecto, podemos hacerlo mediante certificación catastral, por eso necesitamos el inventario para poder hacer ese certificado e inscribirlas», especifica el autor de este trabajo.
A todos estos bienes hay que sumar los caminos, que son un total de 60 y ocupan una longitud total de 154 kilómetros, repartidos por todo el término municipal y algunos de ellos formando parte de alguna cañada.